Escribo y en el pulso, en el pelo, en las uñas que chocan con el teclado donde tantas veces peleo las batallas culturales, los prejuicios antipopulares, las distorsiones y las mentiras escandalosas, siento el amor y la adrenalina de este momento. Te pienso como ser humano, fuerte y vulnerable, mujer y líder, flor y acero, Cristina, que por estar a la altura de la historia te sobrepusiste al dolor más tremendo para continuar la lucha que Néstor emprendió, a tu lado, como siempre.
Somos millones quienes acompañan lo que acontece en estos momentos lo que ocurre en el quirófano, porque te necesitamos, porque sos irreemplazable como lo era él. Como lo saben en Venezuela. Como lo supimos aquí con la partida de otra mujer en 1952.El proyecto no es una persona, es verdad. El proyecto encarna en lo que se movilizó en esta Argentina tan golpeada y desmemoriada también, herida en la solidaridad, fragmentada por el colonialismo mental y no poca pereza de alma. Yo no predico valores, no me gusta. Prefiero afirmar lo que logra la solidaridad, mostrar la eficacia de la justicia para el conjunto : si nos sigue una generación para la cual el respeto por los derechos humanos es un punto de partida, habrá sido el fruto de una tarea colectiva emprendida partir de la decisión política de un par de locos que arribaron para dislocar una democracia débil y más proclamada que vivida.
Decía Hebe, sabia como lo es, que cuidarte ahora es trabajar más y mejor que nunca. Eso estamos haciendo cada unx en lo que sabe, en lo que puede, en lo que le toca. Muchxs indiferentes esperarán, calcularán, tomarán de la copa del odio, trastabillando por la frustración a repetición. Si algo pone sobre el tapete este momento, es la nada misma en el escenario político, sin una alternativa al kirchnerismo, nada más allá del marketing, el estudio de televisión o la vieja política feudal.
Hasta ese problema tenemos, la pérdida de todos los códigos. ¿Dónde están lxs interlocutorxs válidos y con respeto, opositorxs como esos que se plantean desde la teoría política? Esta frecuentemente falla para dar cuenta de lo que se da realmente cuando se alteran las relaciones de fuerza, y los calificativos prejuiciosos reemplazan una comprensión de lo que pasa con los pueblos movilizados.
Cristina, es por eso que te amamos y te necesitamos tanto y reivindicamos tu liderazgo honrándolo con la militancia. Porque la política ha cambiado nuestro presente y demostró ser el instrumento de liberación que, parecía truncarse espasmódicamente, inexorablemente. Como si no se pudiera contra el destino, como si no valiera la pena. Como si no fuéramos capaces.
Líderes de la Patria Grande que se parecen a sus pueblos, acosados por operaciones mediáticas destituyentes, distintos y herederos a la vez de otros que pagaron con la vida o el exilio el rebelarse ante la opresión de los países poderosos, expuestos al fervor popular y al escarnio de las élites y lxs tibixs, impulsan otro camino que ya está siendo abonado con prácticas nuevas y con un sentir de dignidad que no se podrá vencer.
Tenemos banderas, tenemos Patria, la de carne y hueso, la que vibra con tu voz, la que escribe esos cartelitos de “fuerza”, la que mezcla en una alquimia desconcertante para opinólogos, la ternura y la firmeza, la locura de imaginar las justicias cotidianas y las pequeñas alegrías y la faena de construir en el país real con sus luces y sombras, con las contradicciones, los errores y aciertos del hacer.
Con las entrañas luchamos y amamos. Solo así, con total compromiso, con toda esa fuerza que tenemos y te dedicamos ahora, morocha, esa fuerza que fue creciendo en estos años maravillosos, sembramos vida y futuro.
Nuestra sos, como nuestro este sueño y nuestros estos desvelos, y este amor que te vela mientras sigue militando.
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