Perspectiva Feminista

Perspectiva Feminista
Un espacio de debate, lectura, formación

lunes, 29 de abril de 2013

Macri, la dictadura

Ni en la guerra se atropella a un hospital.

Lo del viernes no tiene precedentes, aunque sí avisos previos desde los episodios del Parque Indoamericano, el ataque con balas de plomo en la Sala Alberdi, o la violencia contra los que protestaban en el Parque Centenario.
En el lugar que las topadoras destruyeron, se trabajaba y se hacían cosas en un marco de solidaridad y creatividad en medio del abandono de las personas que allí se atienden, personas con derechos, seres humanos como vos y yo.

Lo ocurrido el viernes en la ciudad de Buenos Aires es pavoroso, y sobre todo porque este sujeto que miente sistemáticamenbte fue ratificado en la Jefatura de Gobierno por el voto de habitantes que quieres y avalan esta conducta represiva, discriminatoria, abusiva y criminal, gente sin swing, como dijo Fito Páez al dia siguiente de la reeleccion de Macri:

" Da asco la mitad de Buenos Aires. Hace tiempo que lo vengo sintiendo. Es difícil de diagnosticarse algo tan pesado. Pero por el momento no cabe otra. Dícese así: “Repulsión por la mitad de una ciudad que supo ser maravillosa con gente maravillosa”, “efecto de decepción profunda ante la necedad general de una ciudad que supo ser modelo de casa y vanguardia en el mundo entero”, “acceso de risa histérica que aniquila el humor y conduce a la sicosis”, “efecto manicomio”. Siento que el cuerpo celeste de la ciudad se retuerce en arcadas al ver a toda esta jauría de ineptos e incapaces llevar por sus calles una corona de oro, que hoy les corresponde por el voto popular pero que no está hecha a su medida.

No quiero eufemismos.

Buenos Aires quiere un gobierno de derechas. Pero de derechas con paperas. Simplones escondiéndose detrás de la máscara siniestra de las fuerzas ocultas inmanentes de la Argentina, que no van a entregar tan fácilmente lo que siempre tuvieron: las riendas del dolor, la ignorancia y la hipocresía de este país. Gente con ideas para pocos. Gente egoísta. Gente sin swing. Eso es lo que la mitad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires quiere para sí misma."


Por eso a esta "gente" no se la va a escuchar decir una palabra de la violación a la ley, de ignorar la cautelar vigente que impedía que se tocara el Borda para dar curso al negociado inmobiliario de la zona sur.

Por eso nada dicen ni diran de la salud de estas instituciones.



Menos les importan las vejaciones de ayer, las de los tiempos de la dictadura. La pasaban bien, miraban para otro lado, y convivían con los secuestros y los campos clandestinos de concentración. Entonces no es sorprendente que tilden de locas a las Madres de Plaza de Mayo, o de chorras en paralelo a todas las operaciones de desprestigio montadas por los medios cómplices de los militares. Corrijo: eran los jefes, en realidad, de los represores que a pesar de tanto tiempo, son repudiados y están siendo juzgados.

Los dinosaurios reaparecen cada tanto. Algunos desean volver a aquellos tiempos.

Lo ocurrido es una prueba. Pero esta acción del poder que es acción sobre la acción creativa de la solidaridad, de la resistencia, de lo que es puede crear - el amor, el pensar en lxs otrxs, la tenacidad de la memoria y de la búsqeuda de justicia- se queda corta. Burdamente. Como sus mentiras amplificadas.

El Borda estuvo dos inviernos sin gas. Claro, el deterioro viene de hace tiempo, sin que se lo resuelva como corresponde, con el aporte público que precisamente no pasa por la supresión animal de la topadora que no repara en quienes allí están. Pacientes y una comunidad terapeutica.

Como símbolo, el Borda concentró acompañamiento y conciencia... a los arreglos de gremios impresentables, trabajadorxs oponen su amor y su entrega y se la juegan frente a la bala cobarde del viernes o a la indiferencia de larga data.

Imágenes de lo que había en el predio arrasado.


Más de una cacerola no ha imaginado que le pasaría si alguna vez recala en una sala de terapia intensiva de un hospital público, de una guardia sin personal suficiente, si cae en desgracia en la lógica del mercado y no le tocan más las presuntas bondades de la salud privatizada.


Tampoco se imagina en el lugar de quien junta los cartones en vez de robar, y le "afea" el paisaje. Ni en sueños se pone en la carne del que sólo tiene la casilla, las horas de cola para un turno pasando frío en la madrugada en la sala de espera, de quien agarra la changa mal paga, de quien ha vuelto a mandar a lxs chicxs a la escuela gracias a la Asignación Universal, si no se la han "ganado", si no lo merecen , si son "desahuciadxs sociales".Invisibles...

Ay, que clase miserable aquella que se identifica con quienes a la vuelta de la esquina le soltarán la mano! Y se ofenden con esas otras manos, muchas más... que en silencio arman redes generosas a pesar de tantas dificultades y derrotas, levantándose una y otra vez aunque tantos hipócritas y crápulas sigan atacando con las remanidas frases huecas repetidas hasta la psicosis. Pretendiendo pisar cada brotecito.

No entienden que la siembra continúa. Y que nunca se detiene.




miércoles, 24 de abril de 2013

Martín Almada analiza el triunfo colorado en Paraguay: ¿el caballo de Troya para la región?

El pasado lunes 22 en el programa radial REMOLINOS.TIEMPO DE MUJERES, entrevistamos al Premio Nóbel Alternativo de la Paz Martín Almada, quien desde Asunción realizó un análisis del reciente resultado electoral y del panorama que se abre no solamente para el hermano país sino para nuestra Patria Grande.

Almada descubrió los “Archivos del Terror”, consistentes en documentación – fotografías, registros, fichas, listados de infiltrados de inteligencia elaborados por la policía política paraguaya- elementos claves que prueban además la coordinación represiva que involucró a las fuerzas de seguridad de Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay en la década del 70. Secuestros, detenciones ilegales, torturas, asesinatos, que dejó más de 100.000 víctimas fatales.

Convencidos tal vez de su impunidad, a diferencia de otras dictaduras, los uniformados paraguayos no destruyeron ese material que reviste fundamental importancia probatoria para el juicio y castigo y para ahondar en la coordinación represiva de padecimos estos países que hoy intentan una integración diferente y en el respeto a los derechos humanos, no sin tropiezos (pensemos en el "conveniente" traslado de la Jueza Mota en Uruguay y la actitud regresiva de la Suprema Corte de Justicia cuando se avanzaba en el juzgamiento de represores en más de 50 causas por secuestros, desapariciones, torturas y asesinatos políticos).
El retorno al poder del Partido Colorado aparece ensombreciendo el panorama en una lucha por justicia y memoria en la que Almada es un referente indiscutible. Esa lucha es una sola para el continente que fue víctima de una coordinación para el horror que no conoció fronteras ni límites.

“¿Quiénes fueron las víctimas de la Operación Cóndor? Dirigentes sindicales, el 50 %, estudiantes, periodistas que hacían investigación, religiosos y religiosas, referentes de la Teología de la Liberación, intelectuales, artistas, intelectuales, la clase pensante fue víctima entre el 75 y el 85. Esto es lo que prueba la documentación que hemos encontrado en Paraguay el 22 de diciembre de 1992.”

Pasaron 20 años, y poco se ha logrado desde ese momento en el sentido de juicios y castigos, a pesar de la sucesión de gobiernos democráticos. Se creó la Comisión de la Verdad y la Justicia, se confeccionaron siete tomos de recomendaciones y de conclusiones sin que los gobiernos que se sucedieron la consideraran para actuar contra la impunidad.

“Procesaron a los policías torturadores, pero la Operación Cóndor no fue una conspiración de policías, fue una conspiración de militares. Entonces aquí se castigó a quienes hicieron el trabajo sucio, a la policía, pero los responsables, a los militares, nada. Nada se ha logrado. Sigue la impunidad y siguen muriendo en la impunidad.”
“Sí ha tenido una significación, este Archivo del Terror y el informe subsiguiente, para que víctimas cobren indemnizaciones, que no son suficientes”, afirma Almada; al menos,se inició la campaña para resarcir económicamente a las víctimas o a sus hijxs que se está aplicando. Lo grave es lo pendiente, que es el efectivo juzgamiento y condena de los responsables políticos.

“La gente no recurre a la justicia porque aquí la justicia es injusta. Tiene mucha relevancia para la gente estas piezas documentales que hemos llevado a la Argentina, al Juez Canicoba Corral y al Juez Urso, hemos llevado todo lo referente a las víctimas argentinas, contribuyendo a la aceleración a los juicios a los genocidas.”

Martín Almada padeció en carne propia el secuestro y tortura durante los años 1974 y 1977 a manos de la policía política de Stroessner. Su esposa Celestina Pérez, con quien había fundado un instituto educativo en San Lorenzo que constituyó un centro de animación cultural, fue asesinada. Ambos eran educadores y se dedicaron a promover los derechos en particular de mujeres maestras mediante la Economía solidaria: su delito era la construcción de viviendas y la promoción social. Gracias a una beca, Almada obtuvo en Universidad Nacional de La Plata, Argentina, el título de Doctor en Ciencias de la Educación, siendo el primer paraguayo con ese diploma. Pero su tesis doctoral, “Paraguay: Educación y Dependencia”, fue enviada por la policía argentina a la policía paraguaya en el marco del Operativo para el intercambio de información y de prisioneros políticos en el Cono Sur. El régimen militar paraguayo clasificó la obra como “subversiva” y a su autor como “terrorista intelectual”. La presión de distintos organismos al régimen obtuvo su liberación y Almada partió al exilio en 1978 con sus hijos, trabajando para la UNESCO y la defensa de los derechos humanos desde entonces.

El próximo 10 de mayo, Almada estará en Buenos Aires disertando sobre el Plan Cóndor en el Centro Cultural de la Cooperación. Vale la pena escucharlo, es directo y pedagógico. Así, sin eufemismos, caracterizó las recientes elecciones en su tierra, donde solamente el proceso de alianzas políticas que llevó a Fernando Lugo a la presidencia en 2008 -truncado por un golpe institucional que desacreditó al gobierno internacionalmente, debilitando a los liberales que habían volteado a su aliado-, interrumpió la hegemonía colorada desde que en 1989 el dictador Alfredo Stroessner fuera derrocado por Andrés Rodriguez.

“Aquí hubo un triunfo del Partido Colorado que es una sociedad anónima de delincuentes. Y aquí ganó el que más votos compró. Esto ha sido una timba electoral. “Stroenissmo sin Stroessner”. Aquí se compró y se alquiló a funcionarios de la justicia electoral; el presidente de la justicia electoral es un delincuente, fue informante de la policía secreta. Yo lo acusé. Pero tiene mucha plata y es intocable. En el fondo, esta elección es el blanqueo de los que dieron el golpe de estado del 22 de junio de 2012 y esta elección va a permitir la reinserción en el plano internacional de Paraguay, pero estamos preocupados. Porque si esta gente entra en el Mercosur, Unasur, Celac, tememos que sea el caballo de Troya, de eso tenemos miedo”.
Admite que la centroizquierda está haciendo su autocrítica dada la actual relación de fuerzas: una derecha que se unió y una izquierda atomizada “por la avidez de ocupar un cargo en el Congreso”, y agrega: “lo lamentamos mucho, porque hubiéramos hecho un trabajo mucho más productivo para la causa de la gente que clama justicia”.

viernes, 19 de abril de 2013

Mariano y la justicia

Llegamos al final del juicio por el asesinato de Mariano Ferreyra.

El 20 de octubre de 2010 una protesta de trabajadorxs tercerizadxs de la línea Roca fue atacada por una patota. Explotados por los sindicalistas, lxs tercerizadxs cortaban las vías. Allí, un joven fue asesinado a balazos. Otrxs tres manifestantes resultaron gravemente heridxs. Una mujer quedó paralizada de por vida.

Esperamos que no solamente este juicio condene al ex Secretario General de los ferroviarios, lo que representa un hito frente a una práctica violenta y patoteril para la cual no hay más lugar en este contexto democrático, sino a todo atropello similar que involucre a estos personajes. Esos sindicalistas que detentan un poder por ser presuntamente defensores de lxs intereses de trabajadorxs mientras se manejan como corporaciones. Es vieja la historia de la violencia sindical, y de la violencia política y de los negocios inconfesables.

El impacto que generó el ataque del 20 de octubre y la condena social hablan de lo que hemos desarrollado como anticuerpos después de tanta violencia sufrida, después de lo vivido en el 2002 con las muertes de Maxi y de Darío, con la recuperación de la justicia en relación a los crímenes de lesa humanidad y la complicidad civil, eclesiástica, empresarial, y también judicial.

Dirigentes entregaron trabajadorxs en el pasado mientras pactaban con la patronal golpista. O utilizaban violencia para imponer la representatividad a fuerza de fierros. Muchos terminaron transformándose en empresarios durante el menemismo, gestionando negocios y explotando trabajadorxs como Mariano.

Lenta y trabajosamente, vamos allanando camino hacia otro sindicalismo. La condena de hoy, el crimen de Mariano ha contribuido a poner en la mira prácticas que no podemos tolerar más.

Así como necesitamos transparentar el Poder Judicial, que accedamos a la información como en los demás poderes, a las declaraciones juradas de jueces, a saber cuánto y entonces poder pensar porqué algunxs tienen más celeridad que otros en la tramitación de sus causas, así como hay quienes no tienen acceso igualitario a una defensa debida, a que se tramite con celeridad su expediente, en el caso de Mariano, el rol de los tribunales ha sido singular.

En ccho meses, 75 audiencias integraron el debate oral por la muerte del militante Mariano Ferreyra y las heridas de Elsa Rodríguez, Ariel Pintos y Nelson Aguirre. Las dos querellas, la Fiscalía y los defensores de los acusados –diez ferroviarios señalados como instigadores o integrantes de la patota responsable de los delitos y siete policías federales imputados por dejar liberada la zona y no actuar para prevenir los hechos– buscaron sostener o desmentir la prueba generada durante la instrucción y aportaron nuevos elementos.En la causa se ha estableció que el acusado José Pedraza intentó sobornar a la Cámara de Casación Penal. El Tribunal Oral 21 tomó en consideración las grabaciones telefónicas obtenidas en la investigación. Y dos meses después de iniciada la instrucción, siete de los diez ferroviarios ya estaban procesados: Cristian Favale, Gabriel Sánchez, Salvador Pipito, Jorge González, Juan Carlos Pérez, Guillermo Uño y Pablo Díaz. Maximiliano Medina,abogado del CELS que representa a la familia Ferreyra, consideró la instrucción “sumamente positiva” y destacó que: “Al cabo de pocos meses no solo se habían procesado a varios atacantes sino que también se había determinado la estructura del ataque y cómo se había conformado el plan” que derivó en la muerte de Mariano.

Cuatro meses después del fatídico 20 de octubre de 2010 Pedraza y a Fernández su número dos, fueron detenidos y en marzo, procesados junto al delegado Claudio Alcorcel. En mayo se elevó el expediente a juicio: Pedraza y Fernández, acusados de ser instigadores del crimen; Díaz, como quien dirigió la patota del ataque en el territorio; Alcorcel como enlace entre Favale, los ferroviarios y el lugar de los hechos; Favale y Sánchez, acusados de disparar y Uño y Pérez, como responsables de esconder las armas homicidas. A Pipito y a González, por amedrentar a un equipo periodístico de C5N.

La tercera etapa de la instrucción investigó la actuación de la Policía Federal en Barracas, por lo cual fueron procesados Hugo Lompizano, Luis Echavarría, Jorge Ferreyra, Luis Mansilla, Gastón Conti, Rolando Garay y David Villalba. Tanto la querella del CELS como la de los heridos (abogados de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional –Correpi– y de la Asociación de Profesionales en Lucha –APEL–) solicitaron unificar ambos procesos en un mismo juicio oral y lo lograron. Los policías fueron partícipes necesarios.

En agosto de 2012 comenzó el juicio oral y público. Para la querella de los militantes de izquierda heridos, desde el primer momento, la actitud de la fiscal y del juzgado actuantes en la instrucción consistió en proteger a los policías y en desvincular de la situación a funcionarios del gobierno nacional y a directivos de Ugofe (empresa gestionadora de la ex línea Roca). Acusan al Estado, a la empresa y al sindicato de estar vinculados en el plan criminal destinado a amedrentar a lxs trabajadorxs. La abogada de CORREPI Ma. del Carmen Verdú y Diego Rojas, autor de la investigación "Quién mató a Mariano Ferreyra", denuncian la connivencia del gobierno nacional y apuntan contra funcionarios del Ministerio de Trabajo y de Transporte, tanto como al CELS, que representa a la familia Ferreyra. Sostienen que de no haber mediado la movilización popular repudiando el asesinato y el accionar patoteril sindical, no se hubiera llegado a esta investigación.

La apropiación del caso, es decir, la batalla por el significado de este episodio es parte de un proceso que se desarrolla con un juicio que hoy concluirá, con una condena social explícita, con una movilización en la que no solamente estará la militancia del Partido Obrero sino todxs quienes apoyamos y trabajamos por la libertad sindical, por el trabajo registrado, por una justicia democrática.

El gobierno nacional, que gestiona y avanza en concreto en medio de feroces intereses congregando voluntades y desafiando límites, jamás ha reprimido una protesta. El Ministerio de Seguridad está desarrollando una tarea dificilísima donde la formación en derechos humanos, el recambio de los agentes, la articulación con poderes provinciales y municipales resulta tortuoso. Crea planes y programas para desarticular redes delictivas donde hay que horadar justamente, las connivencias entre fuerzas policiales, juzgados y políticos. La corporación sindical es uno de las fuerzas más resistentes y reactivas a este proceso iniciado hace diez años. No hace falta ahondar en las alianzas deshechas y el viraje de la conducción de la CGT, las amenazas de dirigentes de las centrales que fueron combativas de hacer la situación insostenible para el gobierno de Cristina Fernández junto con los terratenientes que se resisten a pagar impuestos y propietarios de medios monopólicos.

Seguramente comprenderemos, aunque sea trabajosamente, que ésta es una sentencia histórica y que avanzar en la democratización de los gremios y las fuerzas de seguridad necesita unidad y militancia, así como de diagnósticos que no reduzcan la complejidad de los resortes implicados.

Será la primera vez que un dirigente sindical sea declarado culpable en la justicia, condenado, y además -esperamos quienes apostamos a la labor de los tribunales-, encarcelado en celdas comunes, sin privilegios.

Habrá un antes y un después de la sentencia que conoceremos esta tarde y que será escuchada por una multitud que excede a la militancia del Partido Obrero que ha buscado responsabilizar al gobierno nacional de proteger a los acusados del crimen mientras se sustanciaba con una celeridad poco común, la causa, es decir, la justicia.







miércoles, 10 de abril de 2013

Marina y Ailén

Muchas veces, la atención que se presta al género no es explícita, pero no deja de ser un componente crucial de la organización de la igualdad o la desigualdad.(Joan W. Scott)

Las estructuras jerárquicas en todos los ámbitos se apoyan en comprensiones generalizadas de las llamadas relaciones naturales entre hombres y mujeres. La versión no creída, no escuchada, de Marina y de Ailén Jara inició el suplicio de dos años de vejaciones, cárcel injusta, atropellos dentro del penal, a partir de que su testimonio, el relato de la legítima defensa, no fue creído. Y el ataque violento del sujeto que sostenía desde tiempo antes el acoso, y que venía sufriendo la chica, fue evaporado. Así, la víctima fue de pronto victimaria. No se percibió, no se dio crédito a la palabra de las hermanas que se defendieron en ese instante de la violencia de un violador armado. No se ven las agresiones como tales en muchas otras oportunidades en que se permiten los golpes o los abusos. No se les creyó a cientos de mujeres las violaciones que se atrevieron a denunciar ante las instituciones policiales y judiciales. No se percibe como abuso de poder la conducta de varones que festejan lenguajes humillantes de la dignidad de las mujeres, que la reducen a un pedazo de carne del que pueden hacer uso cuando les venga bien, que cosifican a un ser humano tan digno de respeto como cualquier otro.
Por eso el género es crucial para ver, para escuchar, para volver significativo lo que puede ser una costumbre naturalizada y que no nos sorprende, ni nos despierta reacción. Adoptar otra mirada, indignarse y actuar para no permitir conductas, prácticas y violencias que no son nuevas pero que se vuelven intolerables, es ir desmontando algunas de las injusticias con las que tenemos que vivir todos los días. Injusticias heredadas y que si no se perciben como tales, subsisten, se perpetúan.
Ver como condenables los excesos y las violencias de género es un pilar de una convivencia democrática.
Y en particular, la que llamamos democratización de la justicia no puede ser real sin que la perspectiva de género impregne todos los estamentos. Sin que la sensibilidad, la empatía, la escucha hacia quienes hasta ahora ocupan los lugares subalternos, - inaudibles y por lo tanto desechables- transformen ese orden llevando a la igualdad en lo que tiene que ver con las posibilidades que el derecho y los mecanismos estatales brindan a las personas.
Marina y Ailén han constituido un caso ejemplar de la cadena de derechos vulnerados y violencias repetidas hacia las mujeres pobres. El tiempo transcurrido en el encierro donde además fueron tratadas con una saña particular, fue despertando conciencias y movilizando a mucha gente acerca de la violencia institucional perpetrada desde los estrados y los sistemas de encierro. Sus nombres impulsaron e impulsan con más fuerza y más agudeza la mirada crítica al poder judicial sexista y abusador que está al fin en foco, en discusión, en el banquillo.
Las hermanas Jara están ahora libres y apelarán el fallo condenatorio, fallo al cual se arribó desde el primer paso del abuso institucional. Su expresión de gratitud para con quienes las acompañaron e hicieron conocer su historia, y brindaron el apoyo demuestra la fortaleza de la resistencia de la que son capaces y del maravilloso poder de reconvertir el dolor sufrido en cooperación y lucha con las otras y los otros. Algo así como el poder de trocar el sufrimiento en lucha con quienes, desde otra idea de justicia intentan a cada paso, limar los barrotes invisibles de la desigualdad social , de los prejuicios y las estigmatizaciones.

viernes, 5 de abril de 2013

Frente al desastre: política, solidaridad, organización

Un pequeño aporte, con el respeto al dolor y a la pérdida insalvable de vidas humanas, desde mi lugar seco y confortable.
Condolida y a la vez, pensando porque se impone reflexionar, sobre todo en momentos como éste.
Estuve solamente sin luz y sin agua. Y menos de dos días. No perdí nada material. Y tardé horas en dimensionar lo ocurrido, que dañó mucho a pocas cuadras de mi casa, donde las casas se inundaron, los vehículos flotaban...

Mientras aquí pasaba lo peor, se desató la feroz lluvia en La Plata, en lugares que conozco bastante, pateé esa periferia de Ringuelet y Gonnet haciendo un periódico hace muchos años.

Miserias y grandezas de la gente se suceden en situaciones como ésta. Y no por conmocionante dejan lxs carroñerxs de hacer lo suyo.

Para lxs amantes de la antipolítica, no se engañen, que la clase de dirigencia que tenemos tiene mucho que ver con los claroscuros de nuestra sociedad.

Cristina visitando la zona y haciendo lo que sabe hacer.

El gabinete porteño... de viaje. Parece que el 2 de abril no le importaba mucho.
Hasta Clarín publicó que tuvo que llamarlo Vidal tres veces para que volviera el hijo de Franco. Y al hacer declaraciones, lo mismo de siempre, otro tiene la culpa: el agua que viene del conurbano, la obra que no se hizo porque (el gobierno nacional) impiden,o bien que lo que se hizo - en la gestión precedente- es signo de que están trabajando, ay!¡tanto que se agotan por lo cual las temporadas fuera del país constituyen el merecido descanso de tamaños servidores públicos!

La Metropolitana estana haciendo controles vehiculares cuando todavía las personas intentaban recuperar sus cosas y se quedaban a oscuras, en sus casas, velando por sus pertenencias. Parece que esta vez no tenía la velocidad ni la energía que emplearon el 24 de marzo para quitar los carteles que hablaban de los socios de la dictadura.


La bajeza de muchos medios que dicen hacer periodismo, ni siquiera se rescató ante la magnitud de lo acontecido.

Mientras lacras de toda laya intentan ganar algo, azuzando lo reactivo y la mirada corta e individualista, menemista, la que odia la redistribución desde la política, la solidaridad espontánea de las personas dolorida por el dolor ajeno y el desamparo les tapa la boca. Y la solidaridad organizada desde las entidades no gubernamentales pero también desde las organizaciones políticas demuestra la esterilidad de la industria del desánimo.

Como lo desarrollan muy bien otrxs y como lo digo cada tanto en este blog, en mi ciudad porteña la indolencia y la ineficiencia – lo dijo la mismísima Beatriz Sarlo-, el incremento constante de la basura, la poda indiscriminada, los negociados en las obras públicas sin lógica que se han hecho, la subejecución presupuestaria y la caradurez de funcionarixs que no se hacen cargo de sus responsabilidades han sido una constante, desde que Macri es Jefe de Gobierno. El voto gorila y la protección mediática le garantizaron la continuidad en el saqueo de lo estatal en beneficio de unos pocos. Víctimas de sus propias políticas adhirieron a su proyecto desideologizado y antipolítico, cuando solamente la política, el proyecto explícito de redistribución puede cambiar el paisaje en el cual persisten como destinatarias del clientelismo, la transa y el desprecio.

Hace falta más organización. Hace falta que lxs que hemos votado para administrar nuestros impuestos y también para proyectar el cómo transitamos la convivencia, cómo eliminamos las dificultades en lo económico, en lo cultural, cómo nos relacionamos con el mundo, cómo cuidamos nuestros recursos, cómo educamos en el respeto y la solidaridad, accionemos en lo que nos corresponde accionar.
Pensar también es actuar, por cierto.

En estos momentos me enorgullece ver que una facultad pública se constituye en refugio y en centro de recepción de donaciones; me da bronca que lxs viejxs hayan sido las principales víctimas de las inundaciones, sin llegar a ser rescatadxs y viviendo solxs. Es cierto que un fenómenos meteorológico puede ser inédito, catástrofes hay diariamente en todas partes del mundo, en países desarrollados y en países pobres; el problema es la capacidad de articular respuestas acordes a las crisis, la idoneidad de quienes tienen que dar instrucciones y destinar recursos, y las prácticas de lxs ciudadanxs, donde es fundamental poder tener perspectiva de conjunto, abarcadora, inclusiva.

A las permanentes tareas de desinformación que confunden las responsabilidades – lo que corresponde al gobierno nacional y al provincial o municipal- y a la genuina desesperación de las personas que sufren desde antes de las lluvias y lo han perdido todo, los gestos de grandeza ética y de quienes caminan las calles a pesar de los insultos para reconstituir, para remediar, para aliviar, son la mejor respuesta y aprendizaje.


La Presidenta se hace cargo, como sabe hacerlo. La seriedad de apuntar a las coincidencias y salvar las diferencias indisimulables entre la gestión de Scioli, la macrista y la del gobierno nacional para resolver la respuesta de lo público insustituible frente a la necesidad y a la urgencia de una situación como la presente, es lo que cuenta.

Las lacras carroñeras seguirán desmintiendo la acción y la solidaridad, la buena leche, la organización, la política. Periodismo basura. Intereses bajos, tan bajos como esos lodazales que demonizan a la juventud que milita, que insultan sin jamás argumentar de manera valedera – y no porque no haya por dónde criticar- principalmente porque es muy poco, es nada lo que les importa el sufrimiento popular.

Están chapoteando en el barro de su miserabilidad humana, un barro que huele mucho peor y es mucho más dañino al barro ese en el cual, mientras escribo esto, tantxs compatriotas dan la lección de la generosidad, de la fortaleza, de la perseverancia y del cuidado de lxs otrxs.

miércoles, 27 de marzo de 2013

Párrafos memorables

Si algo tuvo la marcha del pasado domingo 24 de marzo, además de su enormidad, fue el carácter festivo. Estamos, quienes nos movilizamos, felices de vivir estos tiempos de transformación que no soñábamos, estamos felices de poder discutir aquello que tanto se quiso naturalizar y de sumar, entre quienes tienen diferentes miradas y opiniones, energía democrática, prácticas saludables para una sociedad que tanto sufrió cuando se negaban las diferencias y los disensos. Cuando estaba prohibido pensar. Cuando estaba penado ser joven, tener el pelo largo, resistir las balas, las clausuras de locales partidarios, las marchas, las críticas.
Porque hubo décadas de prohibición de partidos y de ejercicio político.
Porque la violencia del estado, usurpada por los militares como brazo ejecutor de una derecha que siempre fue antidemocrática y despreció lo popular, mataba, encarcelaba y torturaba: en ese contexto, cuando el principal líder político estaba proscripto - prohibieron hasta nombrarlo, robaron el cadáver de Evita!- y cuando se perseguía desde el poder institucional, surgió la militancia más radicalizada, como respuesta a la opresión.

El domingo en la plaza que latía con la presencia de jóvenes, no tan jóvenes, familias, gente suelta, militantes y ciudadanxs sin pertenencia partidaria pero memoriosxs, se leyó un documento capital.Por eso quiero recordar, por si alguna distracción o algún impedimento debido a una transmisión televisiva interesada lo soslayó, destacar esos párrafos memorables del documento que leyeron los organismos de derechos humanos, los que sin duda marcan nuestra historia, la que estamos haciendo, y que serán atesorados por las generaciones venideras.

Compañeros y compañeras: estamos acá para compartir un año más este inmenso acto de militancia, para recordar que hace 37 años, el 24 de marzo de 1976, se cometió un golpe de Estado cívico-militar. Otro intento más para detener las luchas populares. La Junta Militar, integrada por los genocidas Jorge Rafael Videla, Emilio Eduardo Massera y Orlando Ramón Agosti, inauguró un período de terror y exterminio que intentó aniquilar a quienes estaban organizados para defender la Patria Grande. El terrorismo de Estado se instaló y usó el método de la desaparición forzada de personas para perseguir y exterminar. Cientos de centros clandestinos fueron las sucursales del horror. Más de siete años de dictadura, dejaron un saldo de 30.000 detenidos-desaparecidos, miles de asesinados, exiliados y más de diez mil presos políticos. Los delitos que se cometieron a lo largo y ancho del país fueron de lesa humanidad: fueron crímenes contra todo el pueblo.

Hoy estamos acá nuevamente, en esta Plaza que nos vio llegar en plena dictadura cívico-militar, esquivando las garras del horror. Acá vinimos para empezar a juntarnos, mientras la Casa Rosada era ocupada por el genocida Jorge Rafael Videla. Las Abuelas, Madres, Padres y Familiares veníamos con la exigencia de la aparición con vida de los detenidos-desaparecidos. Nos reprimieron, echaron, persiguieron e incluso desaparecieron. Por eso hoy reivindicamos con todo nuestro amor a esas primeras Madres que fueron secuestradas por el Grupo de Tareas de la ESMA, entregadas por el genocida Alfredo Astiz. Acá decimos el PRESENTE por esas compañeras: Azucena Villaflor de De Vincenti, Esther Ballestrino de Careaga y María Eugenia Ponce de Bianco.

Pasaron muchos años desde aquel terrorismo de Estado que empezó antes del 24 de marzo de 1976. Su antecesor fue la Triple A: la Alianza Anticomunista Argentina a la que le agregamos la cuarta A de asesina. Pasaron 37 años de aquel día en el que se decidió por arriba del pueblo y se usurpó el poder del Estado.

Nuestra historia está marcada por el dolor de muchos daños al pueblo. Hace ya más de 500 años, sufrimos el genocidio con el que vinieron por nuestras tierras y masacraron a sus legítimos ocupantes y nos robaron todo. Esos mismos descendientes hoy siguen luchando por el derecho a la tierra, al reconocimiento histórico de la propiedad colectiva. Son todas las comunidades que persisten a pesar de los que intentan desalojarlos, reprimirlos y matarlos. Exigimos el cese inmediato de la violencia empresarial e institucional que hostiga, reprime y mata a los pueblos originarios.
Vamos a llegar a los 30 años de democracia. Tenemos que valorarla, estar juntos para mejorarla, profundizarla, luchar por todo lo que falta. Los enemigos de la democracia son los mismos de siempre, nunca se van. Pero cuando el pueblo es más fuerte, no pueden hacer más que retroceder. En este tiempo que vivimos, ya no permitimos que ningún monopolio de la palabra decida por arriba del voto popular: ya no pueden pisar más nuestros votos, ni bajar gobiernos, ni intentar gobernar con la mentira.

Tenemos que defender todas las victorias. Porque cuando decimos que vamos por más, decimos que vamos por todos nuestros derechos. Y eso sólo puede preocuparles a los pocos que se niegan a la redistribución de la riqueza, a los que no son capaces de sentir el sueño colectivo de una Patria para todos.

Se cumplen 10 años desde aquel 2003 en el que se asumió como política de Estado Nacional terminar con la impunidad para los asesinos de nuestro pueblo, reconociendo la lucha histórica por justicia. Una década en la que avanzamos como nunca y que nos permite ir por más y profundizar el proceso histórico de Memoria, Verdad y Justicia. Hoy podemos decir que hay más de 400 genocidas condenados. Pero la mayor parte de los fallos aún no está firme y eso nos preocupa: exigimos que el Poder Judicial, desde sus instancias de Casación y la Corte, confirmen los veredictos con mayor celeridad. Hay genocidas condenados, incluso a perpetua, que caminan entre nosotros porque los jueces los dejan sueltos hasta que se confirme el fallo, trámite que puede tardar años.

También exigimos que se agilicen aún más los tiempos de los juicios, que se trabaje mejor en las instancias de instrucción de las causas, que los juicios sean realmente orales y públicos y se transmitan para todo el país, que se encuentre a todos los genocidas prófugos. Y con la urgencia del primer día, exigimos una respuesta sobre qué pasó con los compañeros Silvia Suppo y Jorge Julio López.

En este momento hay juicios en todo el país y esto es algo inédito e histórico a nivel mundial. Sin ir más lejos, el nefasto Plan Cóndor está siendo juzgado acá, para que no quede impune aquel operativo conjunto de los Estados Unidos con los Estados terroristas de Chile, Argentina, Uruguay, Brasil, Paraguay y Bolivia. Sabemos que las victorias de los pueblos no tienen fronteras y que este juicio es para todos los pueblos hermanos de Latinoamérica que aún siguen luchando por justicia. Por eso también queremos decir una vez más que repudiamos la resolución de la Corte Suprema de Justicia de Uruguay, que optó por garantizar la impunidad: reafirmamos nuestro compromiso de acompañar al pueblo uruguayo en la lucha por Juicio y Castigo.

En Argentina se juzga a genocidas, porque acá se decidió escuchar no sólo a los familiares y sobrevivientes, sino a todo un país reclamando por el Juicio y Castigo para todos los asesinos de nuestro pueblo. Eso pasó diez años atrás, cuando el ex Presidente Néstor Kirchner decidió que la impunidad no iba a ser eterna y que para construir otro proyecto de país, una Patria para todos, había que reconocer la lucha del pueblo y asumir el compromiso histórico del Estado para hacer justicia. Y cuatro años después, la Presidenta Cristina Fernández, lo reasumió y lo sigue profundizando.

Hay muchas cosas que quedan por hacer y otras sobre las que se avanzó como nunca, como es el caso de la participación civil en el terrorismo de Estado. Se ordenó investigar a la empresa Loma Negra y el diario La Nueva Provincia de Bahía Blanca; se procesó a Pedro Blaquier, dueño de la empresa Ledesma; se destituyó a los jueces Otilio Romano y Luis Miret, y este último será juzgado junto con los ex jueces Rolando Carrizo, Guillermo Petra Recabarren y Gabriel Guzzo; el juez Pedro Hoft fue suspendido y será sometido a juicio político; dos civiles son juzgados en la megacausa ESMA, son Juan Alemann, ex Secretario de Hacienda, y Gonzalo Torres de Tolosa, ex funcionario judicial; y se avanzó en la causa por la apropiación de la empresa Papel Prensa. La justicia empieza a tener que reconocer la parte civil del Golpe, incluidos algunos miembros de su corporación.

Pero como dijimos el año pasado en esta misma Plaza: los grupos económicos también fueron la dictadura. No pueden quedar impunes y tenemos que avanzar en las responsabilidades de Mercedes Benz, Acíndar, La Veloz del Norte, Astarsa, Fiat, Techint, Macri, City Bank, La Nación, Clarín, Ledesma, la Sociedad Rural Argentina, Ford, Loma Negra y tantas otras empresas. Hace pocos días murió uno de los ideólogos de ese plan económico de hambre y exclusión que atentó contra las victorias y derechos de los trabajadores: José Martínez de Hoz. Murió impune, pero con la condena social de todo el pueblo.

El Poder Judicial debe avanzar sobre la participación de la Iglesia en el terrorismo de Estado: debe haber Juicio y Castigo para esa parte de la Iglesia que no sólo optó por el silencio, sino también por participar en los crímenes. Se hizo muy poco hasta ahora. Además, institucionalmente, jamás hemos escuchado un mensaje que condene el accionar de sus integrantes en la dictadura y sí vemos cómo se niegan a apartar a Christian Von Wernich, sacerdote condenado a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad que sigue siendo parte de la Iglesia. Por otra parte, como un justo homenaje, queremos reivindicar a esos quienes desde la base de esa institución decidieron abrazar las luchas del pueblo y conformaron la Iglesia Tercermundista. Ahí estaban Angelelli, Murias, Longueville, Silva, Adur, Domon, Duquet y Mugica, luchando junto a muchos otros compañeros por una Iglesia del pueblo.



Nos preocupa la falta de avance sobre la causa por los crímenes de la Triple A: debe haber Juicio y Castigo para los responsables. Ya hay procesados, pero la causa no avanza. Así como el año pasado se juzgó y condenó a algunos de los fusiladores de la Masacre de Trelew exigimos que se avance sobre los asesinos de la Triple A.
Los juicios son orales y públicos, por eso les decimos, una vez más, que hay que asistir: los juicios a los genocidas son ahora. Tenemos que defender los juicios y acompañar a los testigos. Les pedimos que participen más, que llenemos las salas de compromiso.

Ahí están los genocidas en el banquillo, mudos con sus pactos de silencio. No nos dicen nada. No dan ni un solo dato que nos ayude a encontrar a los casi 400 nietos que buscamos, ni sobre los cuerpos de los 30.000 compañeros detenidos-desaparecidos. No somos sólo los familiares los que necesitamos la verdad: todos tenemos el derecho a saber qué pasó con los detenidos-desaparecidos, a encontrarlos y decidir dónde hacer un duelo, y también tenemos el derecho a saber qué les hicieron, quiénes lo hicieron y que no queden impunes. Sabemos que esa verdad es un reclamo masivo: falta que lo sepan ellos y hablen. Para tener la verdad también necesitamos que se abran y desclasifiquen todos los archivos que faltan.



Tenemos un largo camino recorrido buscando que el Poder Judicial nos represente. Puertas cerradas en la cara, hábeas corpus rechazados, jueces amigos de asesinos, jueces devenidos en abogados defensores de genocidas, secretarios y fiscales en las sesiones de torturas, jueces que cajonean causas o filtran información para los imputados; es parte de todo lo que vimos en 37 años de búsqueda de justicia. Hoy llegó la hora de gritar muy fuerte que el tiempo de las corporaciones se terminó y que en la calle se exige un cambio fundamental para que empiece a ser un Poder que nos represente a todos.

Cuando Susana Trimarco cuenta que en la búsqueda de su hija Marita Verón vive casi las mismas situaciones que nosotros hace más de 30 años, comprobamos que falta demasiado, que el Poder Judicial sigue estando al servicio de unos pocos: de los poderosos. Porque no nos representa el fallo de la vergüenza y la absolución que dejó impunes a los culpables del secuestro y trata de Marita Verón, no nos representan los jueces de la dictadura que cometieron delitos de lesa humanidad y siguen en actividad, no nos representan los miembros de la corporación judicial que impiden la vigencia plena de la ley de medios.

Tampoco nos representa ese Poder Judicial que criminaliza la pobreza y la protesta, que nos hace correr detrás de medidas cautelares para que los espacios públicos de la ciudad sigan siendo lugares de salud, como el Borda.

No nos representa el Poder Judicial que garantiza la impunidad para los asesinos de José Luis Cabezas, de María Soledad Morales, para quienes desaparecieron a Miguel Brú, y para los asesinos del 2001. Pasaron más de 10 años: sobró tiempo para investigar, juzgar y condenar. También pasaron 18 años del atentado a la AMIA, y seguimos diciendo que necesitamos llegar a la verdad y la justicia.

Tampoco nos representa ese Poder Judicial que deja impunes a quienes persiguen y matan a los pueblos originarios, y que dispone medidas cautelares para impedir que el Estado Nacional recupere el predio que la Sociedad Rural Argentina obtuvo a un precio vil. Esa misma Sociedad Rural que integró el sector civil de la última dictadura cívico-militar.

No nos representan Romero Victorica, Bisordi, Lona, Rueda y De Las Carreras. Este tiempo político, este proceso histórico de transformación social, necesita un Poder Judicial que represente al pueblo. ¡Basta de corporación¡ ¡Basta de jueces que defienden a los poderosos de siempre! ¡Basta de jueces al servicio de la injusticia y la impunidad!

El Poder Judicial actúa de forma corporativa: Los mismos que dieron el Golpe hoy vuelven a estar unidos a la corporación judicial para preservar sus intereses políticos y económicos. La ley de Servicios de Comunicación Audiovisual es una lucha que empezó hace décadas y que fue reconocida por dos Poderes del Estado, pero no por el Judicial. Ahí se cristaliza el funcionamiento de ese Poder. El pueblo luchó por esta ley de la democracia, el Gobierno Nacional acompañó, los representantes elegidos por el voto popular en el Congreso también acompañaron, pero el Poder Judicial traba la plena vigencia. Así, ese Poder está eligiendo entre dos opciones: defender los intereses del pueblo o los de Clarín. Exigimos que la ley de medios tenga vigencia plena y podamos tener de una vez por todas una Patria con todas las voces.

Si no es democrático, el Poder Judicial es de clase: es para pocos, para los que más tienen y menos quieren redistribuir. Siempre fue así. Por eso, así como decimos que los grupos económicos también fueron la dictadura, la corporación judicial también lo fue, y estaban de la mano. Empresas y jueces al servicio del capital financiero e internacional.

Por eso es urgente democratizar la Justicia, porque queremos que la justicia sea un derecho y no un privilegio. A la justicia le falta pisar la calle, oler a pueblo, caminar la realidad. Democratizar la justicia implica hacerla representativa e igualitaria. El Poder Judicial debe llenarse de pueblo. Debe llenarse de las experiencias de aquellos abogados militantes, compañeros defensores de presos políticos que fueron desaparecidos. Hoy acá queremos reivindicar a Ortega Peña, De Pedro, Antokoletz, Santucho, Fresneda, Bustos, La Blunda, Amaya, Taboada y en ellos a todos aquellos abogados y abogadas que decidieron luchar con y por el pueblo.

Esperamos que la justicia esté a la altura de los hechos cuando en pocas semanas dicte el fallo a los asesinos del compañero Mariano Ferreyra. Vamos a estar todos en la sentencia esperando escuchar la condena a prisión perpetua para Pedraza. Y con ese reconocimiento a la figura del instigador, esperamos que la justicia también avance con Sobisch por el asesinato de Carlos Fuentealba, y con Duhalde por los de Maxi Kosteki y Darío Santillán.

La impunidad sólo genera más impunidad: con esa consigna siempre dijimos que el desmantelamiento del aparato represivo de la dictadura debía ser efectivo en lo material y en lo ideológico. La violencia institucional es una de las tantas consecuencias de que durante décadas la única política oficial sobre delitos de lesa humanidad hayan sido el olvido y el silencio.

Son las mismas prácticas criminales de las fuerzas de seguridad las que ahora nos arrancaron a todos a Luciano Arruga en Lomas del Mirador y a Facundo Rivera Alegre en Córdoba. Son las mismas prácticas, profundizadas por la impunidad, las que deben ser erradicadas por completo, porque esta democracia no puede seguir teniendo a miembros de las Fuerzas que no respeten los derechos humanos ni a responsables políticos que no los hagan respetar. Las cárceles y comisarías tienen que dejar de ser centros de tortura y asesinatos, tienen que dejar de ser sucursales de la violencia institucional.

Tenemos que unirnos todavía más para erradicar la violencia institucional. Por eso, tenemos que gritar muy fuerte: ¡ni un pibe menos, ni uno solo!

Las fuerzas de seguridad tienen que terminar de aprender a ser democráticas. Cuando se salen del camino institucional, son peligrosas. Por eso tenemos que decir que repudiamos los espionajes ilegales que hagan las Fuerzas, porque ya hemos vivido eso y conocemos sus consecuencias.
Sabemos que ya está en la justicia la causa por las acciones de Gendarmería, esperamos que se actúe pronto para esclarecer qué pasó y quiénes son los responsables.

Necesitamos seguir fortaleciendo la democracia entre todos. Este acto, este encuentro, es un gran momento de democracia. Y vamos a seguir caminando juntos para profundizar el proyecto de la Patria Grande.

Este proceso histórico de lucha contra la impunidad nos abrió también la posibilidad de resignificar los ex centros clandestinos y crear sitios de memoria. Vamos dando pasos colectivos para hacer de esos lugares que fueron territorio del terror, espacios de vida, memoria, militancia, compromiso, reivindicación, solidaridad y proyectos. No podemos pensar en una memoria estática, en blanco y negro: debemos seguir fortaleciendo un relato sobre lo que pasó ahí, sobre el funcionamiento de los cientos de centros clandestinos de detención, tortura, exterminio y robo de bebés, para profundizar la memoria, denunciar los delitos y para que se sepa qué hizo el horror con los compañeros detenidos-desaparecidos. Pero también queremos que se cuente quiénes eran esos compañeros y por qué luchaban. El relato y el recuerdo no pueden ser monopolizados por el horror, no puede quedarse ahí la memoria, porque tenemos que contar quiénes eran esos militantes para conocer la historia que reivindicamos.

Pero en esta ciudad que habitamos y que queremos cambiar no hay políticas del Gobierno de la Ciudad para apoyar los avances en la construcción de sitios de memoria: la política oficial es más cercana al silencio y al olvido. Por eso, denunciamos una vez más que el Gobierno de Mauricio Macri no trabaja en la promoción y defensa de los derechos humanos, y eso es muy grave. Vamos a defender los espacios de memoria, a pesar de las embestidas, porque el recuerdo ayuda a no repetir la historia y a reivindicar a los compañeros.Todos ellos tenían una vida comprometida con la militancia. Por eso los reivindicamos, porque luchaban por una Patria para todos. Cuando pensamos en los 30.000 compañeros detenidos-desaparecidos pensamos en la alegría. Siempre los recordaremos sonriendo. Siempre. Ahora escuchamos sus risas en sus hijos y nietos. Entonces, ¿cómo no militar los sitios de memoria y todas las luchas con alegría? Queremos que se cuente qué hizo el terrorismo de Estado con los compañeros, pero también que se cuente cómo eran sus vidas antes de eso: cómo luchaban,amaban, pensaban la Patria, festejaban la vida, se comprometían con el pueblo.

Los 30.000 luchaban por la vida. Era una época en la que el proyecto de una Patria Grande requería de una unión profunda de los pueblos, a la que se le respondió con un plan criminal de los Estados terroristas, siempre con la participación incondicional de Estados Unidos. Hoy tenemos otra historia para contar: nos estamos uniendo cada vez más y ya no tenemos un gobierno que abra las puertas para que se lleven todo y nos empobrezcan. Tenemos un proyecto de país que busca crecer, consolidarse, ser cada día más inclusivo y solidario.

Latinoamérica está unida con proyectos políticos de gobiernos populares que son cada vez más fuertes. Por eso, decimos que cuando tocan a uno nos tocan a todos y que ningún intento golpista podrá volver a pasar por arriba de nuestros pueblos. No lo vamos a permitir. Vamos a defender las victorias. Porque tenemos la posibilidad de volver a pensar en la alegría, el futuro, el amor, de proyectar, militar, sentirnos parte.

El año pasado ocurrió un hecho gravísimo: se atentó contra el gobierno democrático de Fernando Lugo en Paraguay. Ya pasaron casi cuatro años del Golpe a Manuel Zelaya en Honduras, en el que tuvo participación la Corte Suprema de Justicia de ese país. Lo dijimos entonces y lo repetimos: ¡tenemos una Patria cada vez más grande que ya le dijo basta a los golpes de Estado! ¡Vamos a defender la democracia, porque luchamos mucho por esta libertad!

Cuando hablamos de Patria Grande no podemos dejar de pensar en el compañero Hugo Chávez, a quien despedimos hasta siempre pocos días atrás. Estos cambios históricos que vive nuestra región tuvieron el impulso de hombres y mujeres que decidieron cambiar el rumbo de la historia. Hablamos de presidentas y presidentes comprometidos con el pueblo. Compañero Hugo Chávez: ¡hasta la victoria, siempre!

Los 30.000 compañeros detenidos-desaparecidos luchaban por un proyecto de país para todos. Pero la dictadura cívico-militar se impuso para instalar un plan económico, político, social y cultural de terror y exclusión. Ese era el objetivo de los genocidas: un país dependiente, sin justicia social, con derechos para pocos.
Nosotros reivindicamos la lucha inmensa que dieron esos 30.000 hombres y mujeres para cambiar la historia. Y, a pesar de que hoy no están, creemos que pudieron, que no nos han vencido. Porque estamos acá y podemos decir que lo que ellos hicieron fue hermoso: se comprometieron y lucharon por lo que creían justo. Reivindicarlos, poder decir en qué organizaciones políticas, sindicales, estudiantiles y sociales militaron nos llena de orgullo, porque tomaron la política como herramienta, esa política de los barrios, las fábricas, las calles. Eran militantes del pueblo.

Tal vez nos lleve algún tiempo dimensionar del todo la ampliación de derechos de estos últimos 10 años. Pero es necesario mirar para atrás permanentemente y pensar qué luchas empezaron hace mucho y en esta década llegaron a ser victorias: la ley de identidad de género, la ley de matrimonio igualitario, el Juicio y Castigo a los genocidas, la restitución de la identidad de los jóvenes apropiados, la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, la recuperación del empleo, la asignación universal por hijo, la estatización de YPF y las AFJP, la decisión de reclamar de manera pacífica la soberanía sobre las Islas Malvinas. Esta democracia tiene más derechos: vamos a defenderlos e ir por más.

Acá estamos todos juntos. Sintiéndonos parte de la historia. Qué lindo se siente estar orgulloso de las victorias colectivas. Nosotros estamos emocionados, porque cada vez somos más en esta Plaza. Y acá traemos nuestros recuerdos y ustedes nos acompañan con tantos abrazos y amor que nos llenan de emoción.

Los 30.000 están acá. Sí, acá y en todas partes. Están con ustedes, están en los dedos en ve o el puño en alto que levantamos cuando decimos PRESENTES, están en cada sonrisa que se ve en la calle, en cada pañuelo de las Madres, en cada lucha por profundizar, en la militancia: en este sueño colectivo que es la Patria Grande.
Ya tenemos las banderas de los 30.000 en las manos. Les pedimos que las cuidemos, las defendamos, las abriguemos, las abracemos, y que, por sobre todas las cosas, ¡las llevemos juntos a la victoria!

30.000 COMPAÑERXS DETENIDXS-DESAPARECIDXS: ¡PRESENTES!
30.000 COMPAÑERXS DETENIDXS-DESAPARECIDXS: ¡PRESENTES!
30.000 COMPAÑERXS DETENIDXS-DESAPARECIDXS: ¡PRESENTES!
RESTITUCIÓN DE LA IDENTIDAD DE LXS JÓVENES APROPIADXS
CÁRCEL COMÚN, PERPETUA Y EFECTIVA PARA TODOS LOS GENOCIDAS

ABUELAS DE PLAZA DE MAYO
FAMILIARES DE DESAPARECIDOS Y DETENIDOS POR RAZONES POLÍTICAS
HERMANOS DE DESAPARECIDOS POR LA VERDAD Y LA JUSTICIA
H.I.J.O.S.: HIJOS E HIJAS POR LA IDENTIDAD Y LA JUSTICIA CONTRA EL OLVIDO Y EL SILENCIO
MADRES DE PLAZA DE MAYO LÍNEA FUNDADORA


sábado, 23 de marzo de 2013

Intoxicada de amarillo

Podría decirse que una intoxicación amarilla signó estos días. Amarillo PRO, amarillo papal, el amarillo colgado del obelisco, amarillismo en las maneras de abordar el significado político y el impacto de la designación de Jorge Bergoglio como cabeza de la iglesia católica, uno de los poderes más fuertes del mundo.
Sin lugar a dudas, para quienes desde nuestras convicciones - habemos muchxs que las tenemos y nos enorgullecen tanto como todo lo que nos exigen- insistimos ayer e insistimos hoy con la separación de la Iglesia del Estado para garantizar una democracia plural y donde podamos todxs vivir de acuerdo a nuestras diferencias, sin atropellar con la imposición de dogmas el derecho que asiste a quienes no profesan nuestra fe, el nuevo escenario se complejiza.
Como Cardenal y vocero de la institución religiosa acostumbrada a presionar a lxs legisladorxs, gobernantes y a condicionar y juzgar las políticas públicas, Bergoglio no pudo impedir la aprobación del matrimonio igualitario. La ampliación de derechos para aquellxs que la jerarquía considera anormales o enfermxs no detuvo la fuerza de una sociedad ni la voluntad de lxs representantes que asumen el compromiso de correr todas las barreras que desnivelan. En cuanto a la aplicación de las leyes de salud reproductiva, del funcionamiento de los servicios de salud sexual, la discusión de la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo hasta el tercer mes, la situación es mucho más difícil. Grandes cantidades de católicxs no se oponen a que se sancione lo que, en última instancia, no obliga a quien no quiere, y se pronuncian a favor de que se hagan efectivos los derechos humanos de las mujeres. Son derechos universales, derecho a la salud y a la información, para una madura elección. Estas personas de las que hablo, son personas de fe que distinguen el área personal de las creencias de lo que es público. Si no lo hacen, esas libertades religiosas colisionan, como imposiciones, con lo que para lxs demás ni siquiera existe: la libertad, el derecho a no morir, el derecho a no sufrir violencia institucional, el derecho a no ser víctima constante por ser pobre. Así es que el movimiento ecuménico por los derechos humanos, las comunidades de católicos disidentes – opción por los pobres, curas casados, derechos sexuales- se confunden, sin perder su carácter de religiosxs, con los sectores de la sociedad civil que reclaman y se movilizan para hacer realidad la igualdad en todo lo que se pueda y con todo lo que cuesta.

Hipócritas que no se preocupan por el sufrimiento ajeno, seguirán intoxicándonos de amarillo mientras otrxs trabajarán inspiradxs por el mensaje de amor “por el más pequeño”, genuinamente animadxs por la solidaridad… y cuidándose de tirar la primera piedra por ser conscientes, justamente, de que “hacer carne el Evangelio” no se hace mágicamente, ni de un día para el otro, ni desde un púlpito que condena en vez de comprender.

Muchxs pagaron con su vida el compromiso con ese dar la vida por los demás. Hoy vivimos en la Argentina un momento de búsqueda de verdad y justicia por los delitos de lesa humanidad que nos hicieron tristemente célebres en el mundo que recibía a exiliadxs y refigiadxs. Un mundo que supo, entre las maniobras distractorias de la dictadura, de esas mujeres con pañuelos blancos en la Plaza de Mayo hablando de lxs desaparecidxs, mientras se celebraba un mundial de fútbol. En 1978 ellas salieron en la televisión holandesa rompiendo el cerco informativo. Fue un boomerang para lxs desaparecedorxs de una experiencia de compromiso social que ha renacido, con tanto dolor y tanta lucha.
Muchas sotanas callaron y habrá habido muchos que a su manera dieron una mano para amparar a lxs perseguixs. Lo que sabemos hoy es que quienes se jugaron perdieron la vida o no permanecieron en carrera… Hoy somos ejemplo en el mundo por haber perseverado y logrado que el Estado asumiera, desde la Presidencia de Néstor Kirchner, el juzgamiento de los delitos imprescriptibles, la restitución de la identidad de más de un centenar de personas nacidas en cautiverio clandestino o entregadas ilegalmente a otras familias cuando eran niñxs, la identificación de los restos de NN gracias a la labor del Equipo de Antropología Forense, y una política de señalización de los lugares de detención ilegal. Preservando la memoria y el legado de aquella militancia en la que hubo una gran cantidad de cristianxs, por cierto.

Carlos de Dios Murias, secuestrado y asesinado junto al cura francés Gabriel Longueville en 1976, sería el primer beatificado por el nuevo Papa. Ordenado por el Obispo de la Rioja Enrique Angelelli, se fue a trabajar con el sacerdote francés Gabriel Longueville en El Chamical, para organizar una comunidad franciscana, cuando a Angelelli ya lo perseguían desde dentro y desde fuera por "subversivo" y "comunista". Murias fue secuestrado el 18 de julio de 1976 y dos días después su cadáver fue encontrado en el medio de un campo; le habían arrancado los ojos y le cortado las manos antes de ultimarlo con un disparo, y lo mismo hicieron con Longueville.El laico Wenceslao Pedernera, comprometido con la Iglesia y los más necesitados también apareció muerto brutalmente en Chilecito. Angelelli investigaba estos crímenes y los había condenado públicamente cuando es muerto en un episodio que durante décadas trataron de hacer pasar por accidente.

Si ésta es una nueva etapa de sinceramiento y de renovación para la institución que tantxs fieles tiene en nuestra América del Sur, seguramente se podrán obtener del Vaticano gestos y medidas importantísimas para avanzar en el juzgamiento de genocidas y cómplices civiles. Tenemos muchísimo por saber todavía, porque salvo raras excepciones – hace unos días, por primera vez un protagonista admitió haber participado de los llamados “vuelos de la muerte” ante lxs jueces – los responsables de las atrocidades siguen callando y provocando, poniéndose una escarapela papal para las cámaras.
Se avanza en la medida en que esa justicia deje de ser corporativa. Por eso está en la convocatoria de este 24 de marzo el “Basta de corporación judicial”. Esa justicia que colaboró con militares, que encubrió, que falla a pedido de otras corporaciones al fin está en proceso de democratización interna, lenta pero inexorablemente. En parte, el proceso de movilización política por el cual tantos se espantan ha permitido darnos cuenta de lo que alguna vez sintetizó el Dr. Zaffaroni : “los gobernantes pasan, los jueces quedan”. Que el poder no reside meramente en el Ejecutivo y el Legislativo que elegimos cada cuatro años. Y que hay mucha complicidad con la dictadura y mucho privilegio de casta que desentona, que es cuestionado y repudiado por la ciudadanía, oficialista y opositora, católica y no católica.
Por eso el pedido de Baltasar Garzón es una muestra de lo que puede suceder o no en este nuevo contexto con Francisco como Papa, y que seguramente será tan significativo como la beatificación del Padre Murias, colaborador de otro mártir de la dictadura, el Obispo Angelelli, que dio su vida por no haber callado los crímenes contra sus hermanos.

En un acto de homenaje a inmigrantes que fueron víctimas del terrorismo de Estado,el ex juez de la Audiencia Nacional española – desplazado por las corporaciones que han impedido la investigación de los crímenes del franquismo- sostuvo que ahora el nuevo papa argentino, “puede abrir los archivos del Vaticano para conocer la información de la época de la dictadura” militar (1976-1983) de este país sudamericano “en la que se enviaron mensajes de aquí”, en referencia a la nunciatura apostólica (embajada de la Santa Sede), “hacia allí”. La Iglesia, como Estado, sabía y sabe a partir de informes diplomáticos y por eso revelarlos, “sería una forma de cooperar con las víctimas”.Garzón, que en la década del 90 inició causas contra los violadores de los derechos humanos en Argentina por una lista de 576 víctimas españolas, recordó la correspondencia de las Madres de Plaza de Mayo a Juan Pablo II: “Sería bueno que se hiciera una investigación por iniciativa del papa (Francisco).”
Parafraseando a Violeta Parra, me pregunto: "¿qué dirá en Santo Padre/ que vive en Roma?"