Tal vez
porque era más fácil dibujarte de perfil, se escondió que venías de frente.
Tal vez porque ese ojo no apuntaba bien
se creyó que no veías.
Tal vez porque el saco te chingaba
se supuso que te quedaba grande la pilcha.
Tal vez porque jugaste con el bastón
se dio a entender que no sabías usarlo.
Tal vez porque hiciste “tu causa” la de los pueblos hermanos
se crispó la colonia.
Tal vez porque viniste a acomodar las cargas se brotaron los patrones.
Tal vez porque nos devolviste la alegría, lloramos tanto por tu ausencia.
Las lágrimas derramadas aquel 27 de octubre, y las que se nos piantan aún hoy, no son más que gratitud eterna. Imposible apagar el fuego que dejaste en mi y en tantísimos otros. Flaco, Lupín, Néstor, loco lindo.. por siempre te llevaré en mi corazón.
Tal vez porque ese ojo no apuntaba bien
se creyó que no veías.
Tal vez porque el saco te chingaba
se supuso que te quedaba grande la pilcha.
Tal vez porque jugaste con el bastón
se dio a entender que no sabías usarlo.
Tal vez porque hiciste “tu causa” la de los pueblos hermanos
se crispó la colonia.
Tal vez porque viniste a acomodar las cargas se brotaron los patrones.
Tal vez porque nos devolviste la alegría, lloramos tanto por tu ausencia.
Las lágrimas derramadas aquel 27 de octubre, y las que se nos piantan aún hoy, no son más que gratitud eterna. Imposible apagar el fuego que dejaste en mi y en tantísimos otros. Flaco, Lupín, Néstor, loco lindo.. por siempre te llevaré en mi corazón.
Ezequiel Solano
Gracias Ezequiel, gracias Flaco.
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