Perspectiva Feminista

Perspectiva Feminista
Un espacio de debate, lectura, formación

miércoles, 31 de julio de 2013

Corajes y cobardías. Pensando en Gloria Di Rienzo

Gloria Di Rienzo es una de las cuatro mujeres que hablan en el documental “Lesa Humanidad” realizado por el Programa “Violencia de Género en Contextos Represivos” a cargo de la Lic Dinora Gebennini de la Secretaría de DDHH de la Provincia de Córdoba en 2011. Fruto de un proceso colectivo de reflexión sobre las experiencias de varias decenas de ex detenidas políticas, el material, duro e impactante y clave para entender la importancia de correr los umbrales de visibilidad de las violencias naturalizadas y permitidas. Entre los años 80 y el presente, las mujeres lucharon y se traspasaron a sí mismas desde lo colectivo, desde la resistencia, compartiendo, emergiendo desde el silencio y la invisibilización; “haciendo lobby”, dirían algunos…

Las personas gays, lesbianas, trans sufrieron (ayer) y sufren todavía aniquilamiento a partir de la discriminación, ya fueran las víctimas de las botas – el Archivo de Memoria de la Diversidad da cuenta de esto- o de la privación de derechos que priva de la libertad. El odio en democracia. El martirio de la Pepa Gaitán, entre tantxs otrxs.

La violencia sexual fue y es una forma de disciplinamiento de género (la represión vehiculizó deliberadamente la identificación de la masculinidad con la dominación y la feminidad con la pasividad). En el caso del terrorismo de estado, el cuerpo de las militantes que se habían atrevido a desoír mandatos culturales fue un objeto privilegiado de tormento y de humillación.Se quiso dejar en claro el precio a pagar por subvertir los valores de la “civilización occidental y cristiana”. La saña de la tortura concentrada en las partes que hacen a la identidad femenina en tanto objeto sexual, se desató en paralelo con la identificación de la mujer con la docilidad, la sumisión, la maternidad: se las acusaba a las Madres de los pañuelos de no haber cumplido su tarea de proteger y cuidar a sus hijxs desviadxs, por ejemplo.

Gloria, como las tres compañeras que hablan en “Lesa Humanidad”, entregan su testimonio con una demanda: una declaración que apunta a la consideración de las violaciones y abusos sexuales como lo que son, delitos de lesa humanidad. Excediendo a lo meramente jurídico – es decir, no considerarlos más como tormentos agravados- apelan a dotar de un sentido profundo esa experiencia singular, que nunca es del todo individual sino colectiva – el terror diseminado y la sistematicidad del delito contra una población que se construyó como objeto de la represión- para que nos movilicemos productivamente, si se me permite la expresión. Porque el terror del campo de concentración, esa violencia sexual sistemática, esos mecanismos de castigo y disciplinamiento para con las identidades, prácticas y experiencias disruptivas de las impuestas por la cultura hegemónica – articuladas en modos de vida fijos, géneros dicotómicos: varón- mujer, heterosexualidad obligatoria, percibidos socialmente como lo “normal”, lo “”civilizado”…pueden reaparecer y de hecho, asoman en la violencia contemporánea. En sus diversas formas, psíquica, física, simbólica…

Este legado de las sobrevivientes nos permite trabajar y trabajarnos en desmantelar toda la violencia latente de nuestro imaginario y de nuestras instituciones. Esas que imperceptiblemente reproducimos. Esas que aparecen en el tratamiento periodísitco, en fundamentos de sentencias judiciales, en las preguntas de médicxs, en el comentario aparentemente inofensivo de la charla casual.

Esos testimonios que nos comprometen a reflexionar/actuar nos aguzan – si nos damos el trabajo de revisarnos críticamente a cada paso- para reconocer la violencia simbólica, las pequeñas marcas que desde que somos chicxs vamos recibiendo. Nuestra subjetividad siempre está en formación. Entonces ante un feminicidio (al que no se lo llama por su nombre) de cuerpo catástrofe en la sección e policiales, poblada de estereotipos, indagando sobre la víctima, atropellando el derecho a la intimidad, banalizando abusos y prerrogativas de género, licuando responsabilidades institucionales, ya no podemos permanecer en la sorpresa o caer en un morbo que no cambia las causas de comportamientos que insisto, no son nunca meramente individuales.

Nuestro país ha sido mucho tiempo - y muchxs aún quieren que continúe siendo-, ese “país esponja que se chupa todo lo que pasó”, como canta León Gieco en Los Salieris de Charly. Durante décadas se convivió con genocidas y torturadores. Durante décadas ignoramos cuántos civiles, “gente bien” había participado y colaborado con el plan desaparecedor que parecía tarea exclusiva de los uniformados, la mano de obra. Convivimos con violadores y apropiadores de bebés.

Personajes que compiten para convertirse en representantes de la ciudadanía, que gustan de “mirar para adelante”, que acusaron y acusan a Madres y a Abuelas de “revanchismo”, han participado, no solo entonces sino en democracia, en el mantenimiento de personal de fuerzas de tareas en las polícías provinciales y otros estamentos. Han promovido a funcionarios del poder judicial que avalaron la tortura y la desaparición, que jamás dieron curso a un hábeas corpus, que informaban a quienes eran buscados por sus crímenes. En cárceles vip o en domicilios bien acolchaditos los viejos dinosaurios siguieron intimidando desde el trato diferencial recibido a una sociedad que todavía tiene mucho por saber y por asumir.

Por eso no está de más recordar a tipos como Oscar Aguad, quien fuera Ministro de Asuntos Institucionales de la gobernación cordobesa de Ramón Mestre en la década de la impunidad menemista. Gloria Di Rienzo testimonió en la Causa de La Perla una espantosa visita de los mismos torturadores, violadores y desaparecedores que padeció en el centro clandestino – la D 2- a media cuadra de la Cstedral de Córdoba, quienes con sorna le cantaban “somos los mismos”, cuando se metieron en su casa ilegalmente una tarde. Cara a cara enfrentó a Dómine, Nieto y al Tucán Yanicelli, nombrados por el actual Senador Aguad a quien otros testimonios vuelven a incriminar. En el juicio a Jorge Rafael Videla y a Luciano Benjamín Menéndez en 2010, el querellante Miguel Hugo Vaca Narvaja solicitó que se citara al senador nacional Oscar Aguad, pero en ese momento no se hizo lugar al pedido.

En el documental Lesa Humanidad Gloria dice que hablar de los tormentos y vejaciones padecidas, “fue un proceso, me lo permití recién en 2007 y fue parte de restituirme a mí misma; hablar es un gran paso, para que nunca más suceda”.

A continuación, y tomado del blog causa Córdoba, reproduzco parte del testimonio de Gloria Di Rienzo en la Causa La Perla, una de las más impresionantes y por ser la primera sobreviviente que le pidió al juez que todos los imputados se retiraran de la sala mientras estuviese declarando.

Fue salvajemente violada por la patota que se encarnizó con ella: “Fueron cuatro días, pero en mi mente, en mi cuerpo, el tiempo no terminaba de pasar. Me desnudaron, me picanearon las encías, los dientes, los genitales; y una mujer me retorcía los pezones... Le decían Graciela” (la torturadora Graciela “Cuca” Antón: la única mujer entre los represores en juicio, quien tiene por costumbre reírse casi todo el tiempo, de modo despectivo, mientras escucha los testimonios de las víctimas).
La golpearon entre varios hombres “a puñetazos simultáneos”, en un pasillo de la D2. “Como la picana hacía que mi cuerpo se arqueara, se cayó la venda. Ahí, no sé cómo, me senté y los miré. Uno por uno. Todavía hoy tengo esas caras como si fueran una foto. Nunca me las olvidé. Después empezaron a violarme todos... Como yo apretaba las piernas, me tiraron agua caliente para que las abriera... Hasta ahora tengo las marcas de las uñas de ellos por la fuerza que hice con los muslos para no abrirlos.”
Furiosos por su resistencia, la arrojaron y golpearon contra las baldosas de un patio interno. “Me arrastraron del pelo a otra habitación, y uno al que le decían el Tío (Carlos Alberto Vega, alias ‘Vergara’) introdujo su mano completa en mi vagina y me levantó en el aire... El dolor, el desgarro fue terrible.” El calvario continuó con “el submarino”: le sumergieron la cabeza en un tacho con agua hedionda. Fue entonces cuando tuvo lo que ella definió como una experiencia de muerte: “De pronto, ahí sumergida, ya no pude más. Comencé a ver montañas azules... Eran las sierras de Córdoba. Hermosas como son de tarde... Me estaba muriendo ahogada”. Y siguió: “¿Saben? Se sentía en paz... Pero cuando recuperé la conciencia estaba de nuevo ahí: boca abajo, en un charco de agua y sangre”.
Las heridas y lesiones que tenía le desencadenaron una infección generalizada. La llevaron de urgencia al Policlínico Policial. “Yo estaba segura de que me iban a matar, había decidido que hicieran lo que quisieran, pero conmigo no se iban a llevar a nadie.” Cuando el fiscal Facundo Trotta le preguntó por el trato recibido en el hospital, Di Rienzo memoró: “El médico se acercó, me revisó... Le dije que me habían violado. Y él me contestó: ‘No, no te violaron porque vos ya no eras virgen’”. Días después dejaron entrar a la madre de Gloria. Al dolor del cuerpo, se sumaron los de los tabúes de entonces. “‘Hija, ¿qué te han hecho?’. ‘Me violaron, mamá’.” Y la súplica: “Por favor, que no se entere tu padre...”.

Hacia el final de su testimonio, Gloria Di Rienzo estalló en una reacción inesperada: “¡Mire, señor juez, hay detalles que nunca, nunca, jamás voy a decir! ¡No los voy a describir porque han avasallado mi dignidad de una manera terrible! ¡Aquí, en esta sala están mis hijos, mi esposo, y no los voy a decir por nada del mundo!”. Mientras el juez, sorprendido, echaba su cuerpo para atrás en su sillón, Gloria se rehízo. “No es un capricho... Hay jurisprudencia internacional que me ampara.” Y la pregunta, la conmoción que quedó flotando en el espíritu –y la golpeada razón– de los presentes en la audiencia: ¿qué más?, ¿qué otros dolores?, ¿qué insoportables vejaciones padeció Gloria, si lo ya relatado alcanzaba cumbres intolerables?”

jueves, 25 de julio de 2013

León

El León era hijo de Augusto Ferrari, un artista italiano que había realizado unos frescos en un templo en Turín. Era ingeniero. Pero se dedicó al arte y al compromiso ético. Su obra abordó cuestiones ligadas a la política, al sexo y sobre todo, a la denuncia de la violencia e hipocresía de la religión católica.

Recordamos cómo una vez irritó el artista León Ferrari al actual papa, quien encabezó una cruzada contra una memorable exposición suya en 2004 en el Centro Cultural Recoleta. La llegué a ver antes de su precoz levantamiento, tras ataques de fanáticos adoctrinados. Impactaba sobre todo un Cristo sobre un bombardero estadounidense enviado a Vietnam (obra que había presentado para el Premio Di Tella de 1965 y había sido rechazada entonces), denominada “La Civilización Occidental y Cristiana”.

Bergoglio, amigo de las cartas malintenionadas, expresó entonces: "Hoy me dirijo a ustedes muy dolido por la blasfemia que es perpetrada en el CCR con motivo de una exposición plástica" y se manifestó apenado de que "este evento sea realizado en un Centro Cultural que se sostiene con el dinero que el pueblo cristiano y personas de buena voluntad aportan con sus impuestos". Era Ibarra el Jefe de Gobierno, claro, con el actual no hubiera sufrido tamaño disgusto. Bergoglio calificó de "blasfemia" y "burla a los valores religiosos y morales de los argentinos", a la muestra en la que piezas como el bombardero, o frascos con preservativos pintados con la imagen de Juan Pablo II entre otras, encendieron la furia santa…
El artista simplemente respondió con algo que aún debería ser repetido una y otra vez, por ejemplo a jueces y a incautxs que se alegran de tener un papa de procedencia nativa. Recordó a la iglesia por los "delitos que cometió en Argentina y en otras partes". La iglesia que había callado las desapariciones, ahora hablaba para censurar en democracia. Esa iglesia que invade ámbitos públicos y se mete con nuestras elecciones vitales, con nuestra libertad de pensar, con la política partidaria y no hace nunca un mea culpa por sus crímenes antes de que pasen al menos cuatro siglos…

El León en cambio, en 1976 había recopilado un grupo de noticias sobre la represión de la dictadura militar. Tuvo el coraje de publicarlas con el título de “Nosotros no sabíamos”. Esa frase terrible del tiempo en que surgían las pruebas de la tortura en los centros de detención de la dictadura. Esa frase que exculpaba a una sociedad que para el marco de entonces, el auge de la teoría de los dos demonios, había sido totalmente ajena al genocidio.
El León tuvo que exiliarse en San Pablo, Brasil, perseguido por la dictadura cívico militar desde 1976 hasta 1982 y tras la guerra de Malvinas volvió a Buenos Aires. Durante su estadía allí se enteró de la desaparición de su hijo Ariel, secuestrado por un grupo de tareas de la ESMA.
Del silencio de Bergolio tanto como de su elocuencia epistolar en tiempos de la dictadura sabemos bastante. Y el posterior, también, por ejemplo cuando aseguró que se enteró "durante los juicios" (de lesa humanidad) de la apropiación de hijxs de desaparecidxs.
Sin comentarios.

El León fue fundador del antirreligioso Club de impíos, herejes, apóstatas, blasfemos, ateos, paganos, agnósticos e infieles (CIHABAPAI) que una nochebuena allá por 1997 envió una misiva al papa Juan Pablo II a su domicilio del Vaticano. EL CIHABAPAI escribía: “Se acerca el fin del milenio. Se acerca, posiblemente, el Apocalipsis y el Juicio Final. Si es cierto que son pocos los que se salvan, como advierte el Evangelio, se acerca para la mayor parte de la humanidad el comienzo de un infierno inacabable. Para evitarlo basta volver a la justicia que Dios Padre dictó en el Génesis. (...) La justicia del Hijo contradice y viola la del Padre. La existencia del Paraíso no justifica la del Infierno: la bondad de los pocos salvados no les permitirá ser felices sabiendo eternamente que novias o hermanas o madres o amigos y también desconocidos y enemigos (prójimo que Jesús nos ordena amar y perdonar) sufren en tierras de Satanás. Le solicitamos entonces volver al Pentateuco y tramitar la anulación del Juicio Final y de la inmortalidad. Lo saludamos atentamente”. Como no obtuvo respuesta, la carta fue vuelta a remitir en las vísperas del año 2000, acompañada por la firma de 150 personas.

Expuso "Infiernos e idolatrías contra las torturas humanas y divinas", en el Instituto de Cooperación Iberoamericana. De nuevo la polémica con la iglesia y los grupos católicos. La muestra apeló al impacto visual, pero por sobre todo, como lo señaló el crítico Claudio Zeiger, “a la belleza con ideas contra la “pasión por la crueldad”: esa que la religión cristiana cultivó a lo largo de los siglos “para hacer que la fe terminara siendo una cuestión de temor al castigo”.
“Occidente está lleno de mártires que fueron torturados”, señalaba el artista: “pero al mismo tiempo, desde el Antiguo al Nuevo Testamento, se exaltó y justificó la crueldad del castigo con la amenaza del Apocalipsis y del Infierno. Por eso digo que esta muestra es un alegato contra la tortura,divina o humana”.

El León expuso una paloma en vivo que, dentro de una jaula, estaba posada sobre distintas imágenes del Juicio Final, para cagarse lisa y llanamente en esas representaciones del castigo eterno para los hombres y mujeres que desvían el camino. Decía : “No quiero que todo esto quede como una piolada de mi parte, una manera de buscar efectos, porque hace treinta años que trabajo sobre la religión y su relación con la violencia”, advertía el artista y autor además de numerosos ensayos que se convirtieron en ponencias de congresos internacionales: Conquista y religión, Jesús y el antisemitismo cristiano, Arte y poder, Sexo y violencia en la iconografía cristiana.

Era celebrado y admirado este León. Por ejemplo, fue beneficiado con la beca Guggenheim en 1995. Recibió en Argentina el premio Konex de Platino en la disciplina Arte Conceptual 2002-2006 y el Konex de Brillante, al artista más destacado de la década en Argentina,((2012) tras haber recibido antes dos Diplomas al Mérito Konex en 1992 y en 2002. Expuso en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), el Reina Sofía de Madrid y el de Arte Moderno de Sao Paulo, entre otros.

En 2002 el León inventó las “Electronicartes”, imágenes sobre la actualidad argentina e internacional que enviaba por correo electrónico.

El León fue galardonado con otro, el León de Oro en la Bienal de Arte de Venecia, y en 2010, distinguido con el Premio al Mejor Artista Internacional vivo por el conjunto de obras presentadas en la feria de arte contemporáneo de Madrid ARCO. Ese mismo año participó con una instalación en el Bicentenario en la cual denunciaba nuevamente el silencio y complicidad eclesiástica con la dictadura.

Al cumplirse 35 años del secuestro, asesinato y desaparición de Rodolfo Walsh, el Espacio de la Memoria inauguró la instalación artística "Carta Abierta a la Junta Militar”, a partir de una idea suya. Montada en el “Bosque de Eucaliptos”, frente al Casino de Oficiales de la ex ESMA, la obra consistió en una instalación de catorce paneles de vidrio con la transcripción completa de la Carta Abierta de Walsh. Y este año, para el nuevo aniversario del golpe, se inauguró en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti el “Taller Ferrari” con más de 500 piezas realizadas con diversos objetos, soportes, materiales y herramientas, así como obras emblemáticas y otras menos conocidas.

León bravo y de hermoso legado, el que nos ha dejado. Elocuente y preciso, decía en 2008 a una agencia de noticias: "La religión tiene una influencia muy grande en nuestra cultura, una influencia nefasta. La religión es de una intolerancia extrema, que se transmite a toda nuestra cultura, sin olvidarse que los exterminios tienen un origen religioso”.

jueves, 11 de julio de 2013

Mujeres en la construcción de la segunda independencia

La Patria... es un sentimiento.

Amor, dignidad, orgullo. Y como crecí cuando la idea de Patria era un receptáculo de palabras vacías, grandilocuentes, violentas, porque enmascararon el exterminio y la dependencia, no puedo menos que sentirme hoy orgullosa, sin dudarlo, orgullosa de participar de la tarea de hacer esta nuestra Patria Grande, desandando los olvidos impuestos.
Y estoy orgullosa de nuestras mujeres. Orgullosa de que Evita figure en el billete más hermoso y orgullosa de que Juana Azurduy recupere el espesor de su figura que incide, sin dudarlo, sobre el valor de nuestra participación para el logro de la segunda independencia.

También estoy orgullosa de contar con mujeres como Araceli Bellota en la gestión pública. Hace poco fue designada al frente del Museo Histórico Nacional. Y tiene un decidido propósito : incorporar en el relato que construyen los objetos, la historia silenciada, traer las figuras ausentes, mostrar, en lo que hace a los pueblos y a las mujeres, que si construimos la patria en el pasado, sin dudas podemos incidir - e incidimos- en la construcción presente.

El pasado 9 de julio inauguró, con la significativa presencia de la comunidad boliviana, la sala Tesoros de la Independencia: el retrato del artífice de la independencia de la Liga de los Pueblos Libres, José Gervasio Artigas, un año antes de la declaración de Tucumán, junto a la tarja que obsequiaron las damas de Potosí al Gral. Belgrano, nos cuentan otra historia. El corte de cintas protocolar junto a Norma Andía es un símbolo extraordinario.

Comparto el artículo que escribió Bellota en su calidad de Vicepresidenta a cargo de la Presidencia del Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Argentino e Iberoamericano “Manuel Dorrego”el pasado 8 de julio, titulado "No se puede comparar a Colón con Juana Azurduy"

En medio del debate desatado por el traslado a Mar del Plata del Monumento a Cristóbal Colón ubicado detrás de la Casa de Gobierno y su reemplazo por otro en homenaje a Juana Azurduy, es útil acudir a la historia para encontrar datos que ayuden a pensar y que aporten algo de luz sobre esta decisión.
Es sabido que los monumentos son símbolos que se erigen para resaltar el valor y la contribución que hombres y mujeres del pasado realizaron a una determinada comunidad, en este caso, la República Argentina. Entonces, para comenzar por dónde se debe, cabe preguntar quienes fueron Colón y Azurduy y que aportaron a esta nación.
Cristóbal Colón fue un navegante y catógrafo italiano, nacido en Génova en 1436 y que tras su arribo a la isla de Guanahani, en las Antillas, en 1492 fue virrey y gobernador general de las Indias al servicio de la Corona de Castilla. Es conocido también que Colón llegó a estas tierras por pura equivocación porque su proyecto era alcanzar el Lejano Oriente o las Indias viajando desde Europa por el océano Atlántico hacia el oeste, fundándose en el error de creer que las costas orientales de Asia estaban más cerca de las costas occidentales de Europa. En verdad, no tuvo en cuenta algunas certezas que los estudiosos de su tiempo ya conocían, como por ejemplo, la noción de la longitud del eje de la Tierra. Igual que ellos Colón afirmaba que la tierra era redonda, pero los cálculos que hizo para su expedición parecían suponer que la Tierra tenía la forma de un pepino.
Si América no se le hubiera cruzado en el camino, la expedición de Colón habría fracasado. Era imposible llegar al Asia por el rumbo que había elegido. Pero él nunca quiso reconocer su error, jamás admitió que había encontrado un nuevo mundo para la mirada europea y hasta el mismo momento de su muerte, seguía insistiendo que había llegado a las Indias. Dicen que Leonardo Da Vinci, contemporáneo de Colón, solía decir de él: “Qué poco sabía y cuánto ha hecho”.
Juana Azurduy nació el 12 de julio de 1780, en Chuquisaca, en el Alto Perú, entonces parte del virreinato del Río de la Plata y actual territorio de Bolivia, hija de una mestiza y un español. Durante su infancia se curtió en las tareas del campo de su padre donde tomó contacto con los pobladores originarios de su tierra que eran peones y labriegos, y con ellos aprendió a hablar el quichua y el aymara. Pero de ellos también recibió la esperanza de una sublevación contra quienes los explotaban hacía más de tres siglos. Porque Juana nació en el mismo año en que José Gabriel Condoncarqui, Tupac Amaru II, se había sublevado en Tinta, junto con su esposa Micaela Bastidas.
En 1767, Condoncarqui había sido proclamado jefe de los pueblos de Surimana, Pampamarca y Tungasuca y desde este lugar intentó que las autoridades coloniales disminuyeran el rigor con que trataban a los miembros de su comunidad, sin obtener ningún resultado. Fue así que trece años más tarde, cansado de que no respetaran su autoridad, se sublevó en su pueblo natal y apresó al corregidor provincial, Antonio de Arriaga, a quien obligó a firmar una orden de pago por 22 mil pesos en metálico, varias barras de oro y animales de carga. Además, exigió que entregara todo el armamento y luego ordenó su ejecución pública en la horca. La sublevación se extendió hacia el sur y llegó hasta las comunidades del actual territorio argentino en las provincias de Jujuy, Salta y Tucumán. Pero la revuelta fue sofocada, Tupac Amaru II fue ejecutado en la plaza pública después de obligarlo a contemplar la muerte de toda su familia. Sin embargo, las comunidades originarias continuaron el levantamiento bastante tiempo después de su asesinato.
En 1805 Juana se casó con Manuel Ascencio Padilla quien se plegó al movimiento revolucionario que se produjo en la ciudad de La Paz en julio de 1809, que fue reprimido y sus partidarios perseguidos con ensañamiento. Para entonces el matrimonio había concebido 4 hijos que Juana cuidaba con esmero. Padilla debió huir y esconderse. Juana quiso ir con él pero los niños eran muy pequeños.
Sin embargo, muy pronto tomó la decisión de acompañarlo junto con sus hijos porque la persecución de los españoles no respetaba infancia alguna y estaban en peligro. Juana debió buscar refugio en montañas y pantanos, Sus dos hijos varones no pudieron soportar el rigor del clima y de los insectos y murieron de paludismo. Poco después los siguieron las otras dos niñas. Juana que ya había combatido, y había sido reconocida por el general Manuel Belgrano por su valentía con el grado de Teniente Coronela, no le quedó ninguna duda: dedicaría su vida a luchar por la independencia. Así fue que se convirtió en una de las caudillas de la Guerra de Republiquetas, como se llamó a la resistencia en el actual territorio boliviano. De los 102 jefes que combatieron entonces, sólo 9 sobrevivieron a la guerra, entre ellos Juana, porque Padilla también perdió su vida en un combate en 1816, a la vista de su mujer.
Tras la muerte de su marido, Juana se trasladó a Salta para ponerse al servicio del general Martín Miguel de Güemes con quien combatió hasta la muerte del salteño en 1821.
¿Cuál fue la relación de Juana con su gente? Según relatan testigos de la época, los indios y las cholas la amaban, la llamaban la “Pachamama”, la “madre de la tierra”, se sentían comprendidos y contenidos porque Juana hablaba su propio idioma, los respetaba porque eran sus hermanos y ellos creían ver en ella la continuidad de aquella lucha de Tupac Amaru y Micaela Bastidas. Por esa razón llegó a reclutar 10 mil hombres y mujeres que se pusieron a sus órdenes.
¿Cuál fue la relación de Colón con la gente que encontró en las Antillas? Él mismo describe a los pobladores en su comunicación a los reyes de España y también expresa sus objetivos: “Son gente de amor y sin codicia y convenibles para toda cosa, que certifico a Vuestras Altezas que en el mundo no hay mejor gente ni mejor tierra. Ellos aman a sus prójimos como a sí mismos y tienen un habla, la más dulce del mundo, mansa y siempre con risa, y todo quieren ver y preguntan qué es y para qué. (…) Hice tomar siete de ellos para llevarlos y que aprendan nuestra habla y luego volverlos, salvo que vuestras Altezas quieran llevarlos todos a Castilla o tenerlos cautivos en la misma isla, porque con 50 hombres los tendrían a todos sojuzgados y los harán hacer todo lo que quisieran”.
Así sucedió. Durante más de tres siglos permanecieron en el continente hasta que una a una las poblaciones ya mezcladas en varias generaciones con españoles, fueron levantándose para reclamar lo que les pertenecía. Y esa fue la lucha que encarnó Juana Azurduy.
¿Cómo fue el final de cada uno? Colón, realizó otros tres viajes a América con los que llegó a Puerto Rico y Jamaica en el segundo; a las costas de Venezuela en el tercero y a la actual Honduras en el último en 1502. Murió cuatro años después en Valladolid y sus restos descansan hoy en la catedral de Sevilla.
Juana permaneció durante cuatro años en Salta porque por falta de recursos no podía volver a su tierra. Recién un año después de finalizada la guerra por la Independencia volvió a Chuquisaca donde fue visitada por el general Simón Bolívar quien se impresionó por la pobreza en la que vivía. Le concedió una pensión que apenas le alcanzaba para comer y que le fue retirada años después por conflictos políticos de la flamante república de Bolivia. Murió pobre, el 25 de mayo de 1862, a los 82 años y fue enterrada en una fosa común. Sus restos fueron exhumados un siglo más tarde y hoy descansan en un mausoleo en la ciudad de Sucre. EL 14 de julio de 2009, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner la ascendió post mortem al grado de Generala del Ejército Argentino.
Los monumentos son símbolos que adoptan los pueblos para homenajear a sus antepasados. A la luz de los datos de la historia habrá que pensar a cuál de los dos le corresponde custodiar la espalda de la Casa de Gobierno.





miércoles, 3 de julio de 2013

Un atropello a la América indómita. La lección de Evo Morales

El atropello sufrido por el Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia Evo Morales en viaje por Europa, es una afrenta a todxs nosotrxs. Su avión varado en Viena luego de que Portugal y Francia negaran autorización para ingresar a sus espacios aéreos, creando una situación gravísima a nivel diplomático. La excusa inverosímil – que en el avión presidencial viajaba el espía Snowden- para la humillación ante la cual no cejó un Presidente que mantuvo con firmeza su decisión de no dejar inspeccionar la nave. Indio bravo, indómito frente a los conquistadores y mandarines. Como desde hace siglos.
España finalmente permitió que el viaje continuara por una ruta alternativa – Evo Morales regresaba de Moscú- mientras los países de la región expresaron su repudio y denunciaron con indignación la gravedad del virtual secuestro sufrido por el mandatario en el aeropuerto de Viena. El intento inaudito de registrar una nave que goza de inmunidad diplomática. Como si se tratara de un delincuente. Basándose en el rumor acerca del personaje requerido por el patrón grande del mundo."Esto es un pretexto sobre todo para tratar de amedrentarme, para intimidarme y escarmentarme. Un pretexto sobre todo para tratar de acallarnos en la lucha contra las políticas económicas de dominación", declaró sobre las acusaciones infundadas del traslado del ex analista de la CIA.

Es una afrenta y un mensaje intimidatorio a todo el bloque que, hace unos días nada más, ha inaugurado en Caracas la sede central del Banco del Sur. Los gobiernos de Argentina, Venezuela, Uruguay, Ecuador y Bolivia se comprometieron a poner de su bolsillo un fondo inicial de 7 mil millones de dólares para asegurar “el financiamiento del desarrollo de sus Estados miembros, la reducción de las asimetrías entre ellos y el fortalecimiento de la integración”, como dice el estatuto acordado. Carlos Heller escribió en Miradas al Sur el pasado domingo que en el corto plazo los congresos de Paraguay y Brasil tienen la oportunidad de dar el paso necesario para formalizar su adhesión como socios. La mayor expectativa está puesta en Brasil que, por un lado, tiene un parlamento mayormente opositor al gobierno de Dilma y por eso demora el tratamiento de este tema y que por otro lado tiene el Bindes, que es el banco de desarrollo más grande de la región como la plaza que hegemoniza el crédito a los proyectos de infraestructura más importantes del Cono Sur.

De todas maneras, el Banco del Sur, - su acta fundacional fue refrendada por Néstor Kirchner y Hugo Chávez- tiene un valor político importantísimo. Implica un cambio de mentalidad en el cuerpo de técnicos, no solamente economistas sino jefes y jefas de estado, que pueden considerar ahora que la unidad financiera de la región supone mayores beneficios que costos. El jefe de la diplomacia ecuatoriana Ricardo Patiño aclaró en la I Reunión de Ministros del Banco del Sur que “el nuevo fondo del Sur puede costear proyectos estratégicos como una red de silos, la interconexión eléctrica o una red vial para toda Sudamérica”. Otro ecuatoriano,Pedro Paéz Pérez, responsable del diseño de la nueva arquitectura financiera regional que implica el Banco del Sur (BdS) dijo hace un tiempo a Miradas al Sur que el propósito desarrollista con el que nacieron muchos bancos multilaterales como subnacionales, se desnaturalizó al ceder a otros intereses, vulnerando su carta orgánica. El mismísimo Banco Mundial es uno de esos bancos, nacido con esa idea. Recordó que “el Banco Interamericano de Desarrollo perdió más de un quinto de su capital social por haber invertido en activos tóxicos de los Estados Unidos. Por eso, con el Banco del Sur debe venir la unidad monetaria. Porque si el más intencionado de los proyectos y con las miras más progresistas se hace en dólares, terminamos vulnerando la capacidad productiva de todos los países sudamericanos; incluso, de los que poseen una densidad industrial más importante”.

En aquella cumbre del Mercosur celebrada en Montevideo a fines del 2011, el entrañable Hugo Chávez insistía en preguntarse:“¿dónde están los millones de dólares del petróleo de Libia?” Liquidado Khadafi, no aparecían las reservas, que no eran propiedad del presunto dictador depuesto, sino de su pueblo. Con esta pregunta, el inolvidable venezolano recalcaba la necesidad de dejar de depositar en entidades financieras europeas la riqueza de nuestros países. Y de evitar la sangría de la fuga de divisas. Relataba cómo a través de una arquitectura financiera nacional, todo lo obtenido que sobrepasa cierta cantidad se deriva a un fondo nacional para educación, obras de infraestructura, créditos para pequeña y mediana industria. Con la intervención del Banco Central de Venezuela. Evitando así que las reservas estén en organismos internacionales, acostumbrados a exigir cosas imposibles a gobiernos que se juegan por la inclusión de las mayorías. “Lo que es una locura de siglos es tener nuestras reservas en los bancos de Londres y Washington!”, “Una locura de siglos”, insistía Chávez. Correa, por su parte, señalaba la necesidad de pasar de la lógica mercantilista a una constructivista. Comunidad Andina de Naciones más el Mercosur.

En plena crisis económica en la vieja Europa nuestros países avanzaron en conversaciones para dotar de un blindaje frente a sus efectos, abandonando la actitud históricamente conocida, como fatal destino. Hacer pagar a nuestros pobres en nuestros pobres países, los cracks internacionales. Recibir el impacto de la recesión y el endeudamiento como si se tratara de un tsunami o la caída de un meteorito. Esto comenzó a cambiar. Se trata de decisiones políticas de mandatarios diferentes y de relación de fuerzas al interior de cada miembro suramericano. Había que sortear oposiciones internas de un parlamento miembro para la entrada de Venezuela, por ejemplo. Luego se produciría el golpe contra el Presidente paraguayo Fernando Lugo (junio de 2012) y la consecuente salida hasta que se restableciera la institucionalidad en el país hermano. Dentro de unos días nada más, el presidente uruguyo pasará la presidencia pro témpore a su par venezolano, Nicolás Maduro, mientras el parlamento paraguayo que demora la definición sobre la entrada de Venezuela, y su presidente, el colorado Cartés, especulan. Seguimos avanzando, como dijo el Pepe Mugica, reuniéndonos sin el patrón del norte.Por esto no es extraño que se produzca este episodio, intento de amedrentar la dignidad y la decisión política de este grupo de países que se han decidido a cambiar un paradigma de pensamiento y acción, probando el éxito de la nueva actitud frente a los colonizadores de hace cinco siglos y los del presente.

El Mercosur, como la UNASUR, la CELAC, no son meras siglas. Cuentan con instrumentos importantes. Por ejemplo, el Protocolo de Montevideo, en 2011, estableció una serie de medidas -incluido el cierre de fronteras- en el caso de que en alguno de los países miembros o asociados se produzca un golpe de Estado, basado a su vez en el Protocolo Adicional al Tratado Constitutivo de la Unasur sobre el compromiso con la democracia impulsando la adopción de sendas "cláusulas democráticas" en el marco de la XXI Cumbre Iberoamericana y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) realizada en Caracas. En esa oportunidad Julio Alak, Ministro de Justicia y DDHH de Argentina y presidente pro témpore de Justicia del Mercosur señaló que "el bloque resolvió crear una representación conjunta que permitirá presentarse ante organismos internacionales como el Tribunal de La Haya y la OEA con criterios y posiciones unificadas".

El intento de golpe separatista contra Evo en 2006, nuestros presidentes del sur respaldaron la democracia y dieron un mensaje claro frente a una metodología de la que nuestrxs desaparecidxs, exiliadxs y muertxs son el índice más doloroso junto al empobrecimiento y la sumisión de generaciones. Una metodología arrasadora que nos concibe como patio trasero. Antes con milicos e invasiones, ahora con mayores sutilezas pero sin menguar la capacidad de daño.Nuestra novedad es la unidad y el coraje para la construcción, paso a paso, de otra identidad suramericana y caribeña, que aprende de las lecciones de nuestra historia, que se anima a decir basta y a seguir de pie, como Evo Morales lo enseña nuevamente ante el mundo, brindando una lección que nos enorgullece y nos dignifica.