“Si son tan héroes, que se hagan responsables y digan dónde están los cuerpos. ¿Están en las salinas? Entonces vamos y ponemos una placa en las salinas. ¿Están enterrados entre la soja del Tercer Cuerpo? Entonces vamos al Tercer Cuerpo. Pero que lo digan, que digan dónde están las cenizas.”
“Esos restos son nuestros, nos pertenecen, son parte de nosotros”
La Perla. Historia y Testimonios de un Campo de Concentración. Ana Mariani y Alejo Gömez Jacobo, Ed Aguilar 2012 Buenos Aires, 1ra. Ed. p.374
El pasado octubre el Equipo Argentino de Antropología Forense confirmó que los restos hallados a tres km. del casco principal de “La Perla” eran humanos. y se puso a trabajar en la identificación de probables víctimas del que fuera el principal centro clandestino de concentración y exterminio dependiente del Tercer Cuerpo de Ejército. Hace cuatro días se conoció que esos restos corresponden a Rosa Gómez Granja, a Alfredo Felipe Sinópoli y a Ricardo Saibene, militantes de la Juventud Universitaria Peronista (JUP), estudiantes de medicina. Cuando fueron secuestrados en diciembre de 1975 por una patota del Comando Libertadores de América estaban con Luis Agustín Santillán Zevi , por lo que el cuarto perfil genético pendiente de identificación aguarda – lxs familiares de este estudiante no aportaron aún muestras de sangre para el cotejo- que un hermano residente en Salta pueda cerrar el proceso.
El caso de estxs estudiantes forma parte de la Megacausa La Perla que reúne 27 causas por delitos de lesa humanidad. El veredicto se conocería a mediados de este año.
El lugar donde encontraron los restos está a la vera de la autopista Córdoba- Carlos Paz. Es significativo que el testimonio ante el Tribubal Oral Federal 1 de Juan Solanille, -quien trabajaba para un militar arrendatario de esos terrenos- presenció fusilamientos en 1976, señalara ese mismo lugar. Se sabe también que antes de la visita de la Comisíón Interamericana de Derechos Humanos se desenterraron cadáveres y restos para llevarlos a las salinas. El militar Bruno Laborda hizo un reclamo administrativo porque no había sido ascendido y lo puso por escrito; otros militares se quejaron de daños psicológicos a raíz de haber participado de estas tareas, proporcionando así datos sobre el destino de las personas detenidas desaparecidas.
Otros restos se hallaron en la zona de las chimeneas de los hornos conocidos como “La Ochoa”. El Juez Federal Hugo Vaca Narvaja presume que las víctimas fueron asesinadas en Campo La Ribera y que luego los cuerpos fueron llevados a los hornos de La Ochoa para ser incinerados. Este recinto había sido habilitado a mediados de 1975 supuestamente como “edificio administrativo”. Para Ana Mariani, coautora con Alejo Gómez Jacobo de “La Perla. Historia y Testimonios de un Campo de Concentración”, este hallazgo muestra que el lugar “mucho antes del golpe ya estaba pensado como centro clandestino”.
En este libro de imprescindible lectura pra todxs, se publican los dichos de un militar que estuvo a cargo del campo de exterminio a un amigo íntimo de Luis Mónaco, secuestrado con su esposa Ester Felipe, quienes continúan desaparecidos: reconoció que “estuvieron en La Perla” pero que “si usted me pregunta dónde están enterrados, no se lo puedo decir, porque hemos cambiado alambrados, sacamos árboles, alteramos todo para que ni siquiera nosotros sepamos en qué lugar están las tumbas”.
En diciembre de 2014, quien fuera jefe de interrogadores del campo, Ernesto “Nabo” Barreiro, presentó un escrito al tribunal que lo está juzgando donde sostiene que habría unas 20 víctimas en el primer horno descubierto en el predio del Tercer Cuerpo del Ejército, otras cuatro víctimas en el horno de la estancia La Ochoa del mismo sector; y una víctima en un tercer horno en Villa Ciudad de América, junto al lago Los Molinos. Barreiro, quien participó del alzamiento carapintada en 1987, fue beneficiado con las leyes de punto final y obediencia debida. Con la reapertura de los juicios en la etapa inaugurada por Néstor Kirchner fue finalmente deportado de Estados Unidos en 2007. Hace unos meses indicó los lugares de posibles enterramientos clandestinos en nombre de un grupo de represores Raúl Romero, Luis Alberto Manzanelli y Hugo Herrera, con quienes integró el grupo paraestatal Comando Libertadores de América.
“La incomprensión sobre qué significaron los campos de concentración, la tortura inacabable, sin plazos legales porque éramos desaparecidos. La interpretación binaria de héroes y traidores dentro del campo que reduce la diversidad y trata de imponer una realidad única a un fenómeno sumamente complejo. No nos fue fácil enfrentar todo eso, pero teníamos claro el objetivo y lo logramos. Por eso digo: Menéndez fue condenado a prisión perpetua y está en cárcel común.”
La Perla. Historia y Testimonios de un Campo de Concentración. Ana Mariani y Alejo Gömez Jacobo, Ed Aguilar 2012 Buenos Aires, 1ra. Ed. P.86
El 24 de marzo de 2009 y en cumplimiento de la decisión presidencial tomada dos años antes, La Perla se convirtió en un Espacio para la Memoria y la Promoción de los Derechos Humanos. Cuando se abrieron los candados de La Perla en 2009 durante el acto con organismos, sobrevivientes, familiares y militantes, Luciano Benjamín Menéndez y algunos integrantes de la patota de La Perla estaban ya condenados y presos. Sin embargo, se reclamó al Poder Judicial por las recusaciones e incompetencias que entorpecían y demoraban los procesos. Se acusó en particular a la Cámara de Casación por permitir que las causas por delitos de lesa humanidad sufran inexplicables demoras en varias provincias.
“Nuestro mandato era: el que sale con vida cuenta lo que pasó; somos la memoria de crímenes de lesa humanidad, de un genocidio”
La Perla. Historia y Testimonios de un Campo de Concentración. Ana Mariani y Alejo Gömez Jacobo, Ed Aguilar 2012 Buenos Aires, 1ra. Ed. p.85
Barreiro está imputado por 518 delitos: 228 privaciones ilegitimas de la libertad agravadas, 211 imposiciones de tormentos agravadas, 65 homicidios calificados, 13 imposiciones de tormentos seguidos de muerte y la sustracción de un menor de 10 años. Detenido y procesado en numerosas causas por violaciones a los derechos humanos en La Perla y La Ribera, alojado en el penal militar de Marcos Paz, el “Nabo” sigue negando en declaraciones radiales su accionar criminal, mientras que con su presentación parece haber roto el pacto de silencio proporcionando información a la justicia acerca de sus víctimas. El predio del Tercer Cuerpo donde funcionó La Perla – bautizado así por la esposa de Menéndez- tiene unas 10 mil hectáreas; desde 2004 se han explorado diferentes sitios. Las tareas de excavación en las chimeneas de los hornos y otros lugares continuarán.
La garantía de que el proceso colectivo de Memoria, la Verdad y la Justicia sea efectivo y continúe depende de todxs y cada unx de nosotrxs.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
(Por limitaciones de Blogger, los comentarios no pueden exceder los 4096 caracteres)